Por Carlota Cruz, representante de Ecoembes en Canarias
Según el Observatorio de la Responsabilidad Social Corporativa, la Responsabilidad Social Corporativa o RSC es una manera de dirigir las empresas basada en la gestión de los impactos que su actividad genera sobre sus clientes, empleados, accionistas, comunidades, medio ambiente y sociedad en general. Se trata de ir más allá del mero cumplimiento de la ley, actuando con ética y coherencia en todos los ámbitos en los que la empresa actúa.
Cada vez son más las grandes empresas que integran en sus modelos de negocio esta filosofía, incorporando aspectos como la protección del medio ambiente, la acción social, la integración de colectivos en riesgo de exclusión, etc… Un aspecto clave en estos modelos son los trabajadores. Las políticas de RSC apuestan por mantener un buen clima laboral a través de la conciliación, la igualdad, la no discriminación y la formación, de manera que cada trabajador pueda alcanzar todo su potencial en la compañía.
Escrito por Carlota Cruz
el Martes, 16 Enero 2018.
Publicado en Responsabilidad Social Corporativa
Por Carlota Cruz, directora General de la Fundación Canarias Recicla.
Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos se deben reciclar para evitar que contaminen nuestro medio ambiente y para recuperar las materias primas que contienen.
La revolución tecnológica de la última década ha mejorado nuestros estándares de vida de manera innegable, sin embargo, ha tenido como consecuencia el crecimiento exponencial de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, frigoríficos, lavadoras, televisores y un sinfín de pequeños aparatos como batidoras, juguetes electrónicos, secadores de pelo, teléfonos móviles, ordenadores, etc.
Escrito por Carlota Cruz
el Jueves, 29 Junio 2017.
Publicado en Responsabilidad Social Corporativa
La primera vez que escuché el concepto, me enamoró.
Descubrir la solución a los problemas ambientales y sociales que la economía actual produce, con una idea tan simple como imitar a la naturaleza, me pareció revolucionario y brillante a la vez. En términos de empresa, diríamos que el funcionamiento de los ecosistemas naturales es la “best practice”, el ejemplo a imitar si queremos lograr una economía sostenible. En la naturaleza nada sobra, las hojas que caen de los árboles sirven de alimento al suelo, que a su vez alimenta a esos árboles, a las plantas, a los animales… un ciclo perfecto en el que nada se desecha y todo es necesario. La naturaleza teje una red de conexiones y fomenta la cooperación, como lo hacen las empresas, pero con un nivel de eficiencia muy superior.
Escrito por Carlota Cruz
el Martes, 07 Febrero 2017.
Publicado en Responsabilidad Social Corporativa