La reinvención #PostCovid19 es conexión y flexibilidad

La crisis sanitaria en la que estamos inmersos nos ha pillado descolocados, afrontando circunstancias inéditas por las que seguimos transitando. Sin excepción, hemos tenido que afrontar el confinamiento, el control y las limitaciones de libertad, con la desubicación que ello conlleva.

El mundo ha cambiado de un día para otro y se habla mucho de reinvención y de positividad. Es cierto, en este proceso de crisis nos reinventaremos todos, pero es importante tener en cuenta que muchas personas han tenido que afrontar en esta situación un plus de complejidad, asociado a pérdidas diversas: de salud, de seres queridos en circunstancias de aislamiento, de empleo, de trabajo, de solvencia económica o de seguridad y bienestar. Son situaciones difíciles de por sí, que conllevan un proceso de duelo, que se acentúa cuando confluyen varias pérdidas a la vez. Por eso, es importante respetar los tiempos.

Reinventarse no es cuestión de positividad, sino de consciencia, que es la que permite conectar: con las propias necesidades, las de los demás y las del entorno. Esa es la clave para detectar las oportunidades y no la positividad sin más. De un día para otro, el futuro se ha precipitado en nuestro presente, abruptamente, y una vez superado el shock inicial y aceptada la situación, no queda otra que avanzar, sin prisa y sin pausa. Ante esa invasión repentina de futuro, la consciencia va a ser nuestra mejor aliada, la que nos permitirá caminar hacia él con la conexión necesaria.

Trabajar es resolver problemas de otras personas. Por eso, las primeras oportunidades de reinvención han surgido directamente del problema sanitario, asociadas al cuidado y la salud:

• Sanitarias: asistencia médica, medicación, equipamiento y protección, tanto preventivas como de tratamiento.
• Productivas: tests, mascarillas, geles hidroalcohólicos, guantes, protecciones sanitarias y profesionales.
• De desinfección: el sector limpieza se ha transformado en desinfección y ha experimentado un boom, tanto de espacios públicos como privados, cobrando un nuevo valor.
• Científicas: relacionadas con la investigación tanto sanitaria, como epidemiológica. Técnicas de cribado de datos, control y predictivas: aparición, evolución y tratamiento del contagio.
• Tecnológicas: transformación digital, seguridad informática,automatización (robots), trabajo y socialización virtual y tratamiento de información.

Además, la situación sanitaria atravesada ha generado otra serie de cambios y necesidades que nos conectan con nuevas tendencias empresariales y laborales, asociadas a la “nueva normalidad”. Es el futuro sobre el que estamos aterrizando a marchas forzadas, que demanda una reinvención colectiva. En ese sentido, han surgido nuevas necesidades:

• Necesidades sociales, tanto a nivel profesional como personal: eventos, turismo y restauración, protocolos para garantizar el bienestar de clientes y usuarios con las máximas garantías sanitarias.
• Necesidades regulatorias y legales, en especial en nuevas condiciones laborales y protección de datos.
• Redistribución del espacio en las ciudades tanto para la movilidad, como para el ocio seguros.
• Necesidades relacionadas con el trabajo virtual: conciliación, control, conexión y adecuación de espacios, laboral, familiar y social.
• Uso cotidiano de mascarillas y protección: sostenibilidad, reciclaje, moda, etc.
• Nueva concepción de la vivienda: hogar como refugio, decoración y hábitos domésticos o espacios residenciales.
• Necesidades de control, en prevención de pandemias.
• Sostenibilidad y Cambio Climático, etc.

Por último, en el seno de la empresa, cuya primera obligación es sobrevivir, hay varios ejes de actuación que se han acelerado en muy poco tiempo y que evidencian la importancia renovada del foco en las personas que componen la empresa: 

• Transformación digital: para facilitar la gestión flexible, remota o presencial, eliminando el papel y contando con los procesos adecuados para su gestión.
• Recursos tecnológicos: revisión de las necesidades tecnológicas para una gestión adecuada de los recursos de la empresa.
• Híbrido entre trabajo presencial y remoto, entre espacio físico y virtual. La familia cada vez estará más mezclada con el trabajo y habrá que considerar aspectos ergonómicos, psicológicos, de socialización, de conciliación, extendiendo sus servicios fuera del ámbito laboral.
• Cultura de empresa, Foco en Personas y ODS: generación de confianza a nivel de flexibilidad, salud y de comunicación, atención a problemas residuales, como la elaboración de las pérdidas o consecuencias del confinamiento (tanto para los que necesitan socializar, como para los que desean reclusión -síndrome de la cabaña-).

El Covid19 nos ha cambiado y hay funciones que, tras la experiencia remota, ya no volverán a ser presenciales. Incluso las que parecían más impensables o esas reuniones que parecían imprescindibles e insistíamos en hacer en persona, que han demostrado ser mucho más eficientes a nivel virtual. En la era PostCovid, nos preocuparemos más de las técnicas para crear comunidad compensando la relación virtual que en reunirnos de forma presencial, para conseguir que el distanciamiento sólo sea físico y no social. La flexibilidad, la confianza y la salud, serán la prioridad.

Reinventarse no será más de lo mismo, será convertirnos en algo totalmente diferente que descubriremos durante todo este período de tránsito, de forma acelerada, porque los problemas y las necesidades que tendremos también serán diferentes. Nos reinventaremos desde la conexión con las necesidades a futuro, que es como único tiene sentido hacerlo.