¿Existe el candidato ideal?

Como si de la búsqueda de una quimera o un lejano Dorado se tratase, conceptos como el de “ideal” o “adecuado” se acaban convirtiendo en el objetivo a perseguir por candidatos y contratantes pero, ¿realmente tenemos claro qué es para nosotros el candidato ideal para un puesto?

¿Sabemos a ciencia cierta si nosotros somos “ideales” para ocupar una determinada posición?

Tanto si somos profesionales en busca de una nueva oportunidad laboral, como si somos un empresario necesitado de un profesional determinado, estas preguntas nos asaltarán constantemente y dedicaremos muchos de nuestros esfuerzos en analizar ese perfil “ideal". Los primeros, interesados en conocer el grado de proximidad de su perfil a lo que la oferta demanda, y los segundos preocupados por localizar y acertar en la selección de la persona a la que van a brindar dicha oportunidad. Unos y otros se juegan mucho.

Dicho esto: ¿existe realmente una candidatura “ideal?

Un reciente estudio,  realizado sobre una muestra de cerca de 100 profesionales de RRHH de nuestro País, apunta a una serie de elementos, competencias y habilidades,  que resultan clave a la hora de dibujar el perfil idóneo en muchas organizaciones.En esencia, este estudio trata de localizar aquellos factores que, de ser localizados en un candidato, nos permitirían un mayor grado de certeza y probabilidad sobre la capacidad de adaptación del trabajador a la organización, su desarrollo exitoso en un entorno empresarial actual, el valor añadido que imprima a su puesto de trabajo y el retorno en forma de resultados que esa persona pueda aportar a su empresa.Se organiza este estudio en el análisis y valoración de 4 bloques de características profesionales:

1. Conocimientos
2. Competencias relacionales
3. Habilidades organizativas
4. Habilidades motivacionales

En el ámbito de los CONOCIMIENTOS: los conocimientos especializados (76%), el dominio de las nuevas tecnologías (52%) y el conocimiento de idiomas (32%) son los aspectos más valorados.

Entre las COMPETENCIAS RELACIONALES, el trabajo en equipo es la competencia más valorada. La capacidad y experiencia en el trabajo con otros profesionales y el desarrollo con éxito de proyectos en equipo, resulta esencial para casi el 70% de los profesionales entrevistados que la destacan como la competencia relacional más apreciada, seguida por la capacidad de comunicación (52%)

Entre las habilidades ORGANIZATIVAS podemos destacar la capacidad analítica y la tolerancia a la tensión (60%), liderazgo y capacidad de dirección (41%) y  la visión de negocio (37%) como los aspectos organizativos más valorados.

Como último bloque destacan las HABILIDADES MOTIVACIONALES: orientación a objetivos (63%), orientación al cliente (57%) y planificación y organización son las más valoradas.

Como vemos, no hablamos de títulos, diplomas o certificaciones, los cuales, sin restarle importancia  y reconociendo en ellos los conocimientos especializados que pueden llegar a aportar , no suponen aspectos determinantes a la hora de medir el posible valor añadido que un profesional pueda aportar a una empresa, la adaptación y adecuación del mismo a su futuro puesto de trabajo o el retorno en forma de resultados que se obtenga de la inversión en tiempo, dinero y conocimientos que se realice en esa persona.

Toca cambiar la óptica con la que medimos y con la que nos medimos.