La Covid-19 me ha obligado a cambiar mi negocio
Aun sin quererlo las circunstancias Covid nos obligaron a tomar decisiones de transformación digital para mantener a flote nuestros negocios. Los que pudieron, organizaron el trabajo desde marzo de tal forma que este se acometería desde casa.
Otros debieron ajustar sus espacios físicos a las normativas de seguridad sanitaria que surgieron. Esa decisión se tomó de un día para otro, sin estar preparados.
Ahora han pasado más de 4 meses, podemos ver con perspectiva, aprender de lo vivido, mejorar lo que hemos puesto en marcha y planificar los siguientes pasos que debemos dar. El Covid ha llegado y estará con nosotros mucho tiempo más del que quisiéramos. Aprendamos a convivir con él y que también lo haga nuestro negocio.
En este artículo pretendo hacer una reflexión sobre estos meses de transformación digital forzosa para que no perdamos el horizonte. En todos mis artículos he mantenido que lo más importante de cualquier proceso de transformación es conocerse a uno mismo, conocer nuestro negocio y conocer los procesos que se deben llevar a cabo para prestar nuestros servicios o vender nuestros productos.
Partimos, simplificando el proceso, de que obtenemos unos recursos de nuestro entorno, los llevamos a nuestros centros de trabajo, los transformamos, le añadimos valor y los ofrecemos nuevamente a nuestro entorno. Esto lo podemos aplicar a cualquiera que sea nuestra actividad puesto que esos recursos (inputs) y lo que ofrecemos al mercado (output) pueden ser tanto de naturaleza intangible como tangible. Que el mercado nos elija dependerá del valor que aportamos u ofrecemos sobre esos productos o servicios. Y esto es inherente a conocernos a nosotros mismos.
En cualquier proceso de transformación digital no debemos olvidar de donde partimos, nuestra posición en el mercado y los motivos por los que nos eligen.El proceso de transformación digital no puede ir de espaldas a esta realidad empresarial porque podría suponer que el propio negocio desaparezca por la desvirtuación de nuestra razón de ser. Que el mercado sea cambiante, que los cambios sean repentinos, no es sinónimo de que debamos cambiar nuestra misión, nuestros valores o nuestros objetivos. Debemos cambiar el medio con el que llegar a ellos o adaptarlos. Y nuevamente aquí nos topamos con la transformación digital.
Dentro de esta reflexión que les invito hacer en este artículo les lanzo estas preguntas:
- ¿Soy el mismo negocio de hace un año?
- ¿Me siguen comprando mis clientes de la misma forma?
- ¿Me relaciono con los clientes a través de los mismos medios que hace un año?
Para ayudarles en esta reflexión les doy algunos datos curiosos:
- Whatsapp nació en el 2009 para dispositivos iOS y Blackberry. España se empezó a popularizar a partir del 2012 cuando llevaba ya dos años disponibles para dispositivos Android. Inicialmente se desarrolló como una especie de agenda inteligente para saber si un usuario estaba disponible o no para poder contactar con él, ¿creen ha diferido mucho de cómo lo usamos hoy?
- Netflix existe desde 1997 . La empresa nace con la función de alquilar películas en formato DVD a través de entregas mediante el correo postal. Su objetivo: ofrecer entretenimiento, ¿lo sigue haciendo?
- Amazon fue fundada en 1994 para vender libros después de que Bezos hiciese un estudio en aquel momento de qué productos eran los más susceptibles de ser vendidos online. El éxito radicó en disponer de un catálogo extremadamente amplio de títulos y a precios asequibles. Actualmente sigue ofreciendo en su web un catálogo amplio de productos susceptibles de ser vendidos online y a precios asequibles, ¿no lo creen?
Es decir, aunque la transformación digital es necesaria y si me apuran en estos momentos, hasta una obligación, debe hacerse en línea a lo que ofrecemos al mercado. Solo en caso de que el mercado ya no necesite de nuestros productos o servicios debemos estar atentos al valor que detectan de nosotros para seguir potenciándolo y ofreciéndolo con la transformación digital. Esta será la forma en la que podremos sobrevivir en el mercado.
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Yazmina
Gracias por el artículo, es interesante ponernos en perspectiva y no perder nuestra visión de negocio. En Inglaterra, por ejemplo, hasta el negocio más pequeño tiene web o aplicación para que tú puedas hacer tus pedidos. Eso ha ayuda a que la economía aquí no haya sufrido tanto como en España. En España y sobre todo en Canarias se necesita una transformación digital urgente para poder adaptarnos al mercado y ser competitivos.
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Cristoffer
Muchas gracias por tu aportación y experiencia en otros mercados. Está claro el camino que debemos seguir para no quedarnos atrás. Sin duda, la pandemia nos ha "empujado" a una realidad que era prácticamente inevitable ya, "digitalización" para sobrevivir.
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