El CDO y la Transformación Digital

La figura del Chief Data Officer (CDO) es nativa en las empresas tecnológicas y, cada vez más, emergente en los organigramas de cualquier empresa en general, independientemente del sector y servicios que ofrece, siendo una consecuencia directa del proceso de transformación digital corporativo.

Una de las funciones propias del CDO consiste en liderar parte del proceso de transformación digital, manteniendo a la organización al corriente de las últimas y mejores prácticas en el análisis de datos. Para ello se requiere de un perfil bastante complejo de encontrar, pues debe ser experto en las principales áreas de la empresa, con liderazgo en el ámbito tecnológico y especialista en las diferentes disciplinas del análisis del dato, su representación y su comunicación. El CDO debe ser un nativo digital, atento a los cambios tecnológicos del mercado y en constante observación de la evolución de las diferentes herramientas, tendencias y metodologías de captación, análisis y representación de los datos.

Un perfil adecuado será parte del éxito en la transformación digital de la empresa, en la que cada directivo y responsable debe estar implicado, abiertos al cambio, a una nueva forma de trabajar y en la que los procedimientos deben actualizarse y transformarse. Aunque la verdadera transformación digital no empieza en las personas, sino cuando la misma empresa entienda que el dato no puede estar cautivo, no debe ser propiedad de nadie, y se posicione contra los silos del dato.

El CDO debe de ser un perfil que entienda de estrategia, pues a raíz de su trabajo canaliza el plan estratégico de la empresa, siendo un elemento clave en conseguir sus objetivos, tradicionalmente orientados a ser más competitivos, acorde con las exigencias de la sociedad y del mercado, siendo un perfil que sepa tomar decisiones rápidas y efectivas en base a un correcto seguimiento y análisis.

Es un perfil que toca multitud de aspectos dentro de la organización, desde el análisis de datos, a la representación de forma sencilla y evidente de estos, hasta la toma de decisiones dirigidas a la creación de valor dentro del negocio. Lo más frecuente es que este perfil esté ocupado por profesionales provenientes de las ciencias computacionales, la estadística, la matemática u otras ingenierías semejantes, donde la experiencia debe de medirse por los proyectos en los que haya estado involucrado, no por el tiempo.

Deben ser altamente cualificados técnicamente, resolutivos en la toma de decisiones o haber liderado proyectos, ser buenos comunicadores y, hacer de lo técnico una ciencia entendida y comprendida por todos. Si la capacidad de comunicación es una habilidad imprescindible en cualquier alto ejecutivo, en el caso del CDO esto cobra aún más importancia debido a la naturaleza de su ámbito de actuación, ya que estos profesionales deben ser capaces de traducir el complejo lenguaje analítico de su equipo y hacerlo comprensible para los responsables del resto de departamentos, encargados de tomar las decisiones estratégicas, de forma que cree valor para el negocio con los datos.

Es habitual que las expectativas que las empresas depositan en la analítica son totalmente desmesuradas. El CDO debe ser capaz de establecer unas bases realistas de objetivos y resultados factibles como consecuencia de la implementación del análisis de datos a gran escala. De lo contrario, no sólo se arriesgará a defraudar a los máximos responsables de la empresa sino, lo que es peor, en caso de que determinadas decisiones se posterguen y se sometan al resultado de los informes de su departamento, podría estar poniendo en peligro la viabilidad del propio negocio.

La irrupción del Big Data, los nuevos modelos predictivos y una nueva forma de visualizar el BI (Business Intelligence) ha supuesto toda una disrupción en los procesos habituales de la mayor parte de los departamentos de las organizaciones.

Es más, la llegada de un este nuevo departamento puede ser interpretada como una pérdida de cuota de poder por parte de otros miembros del cuerpo ejecutivo. Un buen CDO debe gestionar con tacto estas relaciones internas, trabajar como un agente del cambio y ser capaz de promover las virtudes del análisis de datos entre dichos departamentos o, de lo contrario, el alcance de su trabajo podría verse notablemente reducido o amenazado.

En ese contexto, la gestión del talento se vuelve una habilidad prioritaria en cualquier CDO que pretenda contar con un equipo humano de garantías. Por lo tanto, los conocimientos técnicos del máximo responsable de análisis de datos deben verse complementados con habilidades mucho más próximas al ámbito de los recursos humanos, tales como las técnicas de reconocimiento y motivación, el feedback o el mentoring.