Abriendo los datos. Una nueva forma de saber qué es lo que va a pasar

Cada vez parece más evidente que estamos más cerca de las puertas de salida de la situación en la que la COVID-19 nos ha inmerso en los últimos 15 meses. Las vacunas parecen, por sí solas, estar cambiando el rumbo de lo acontecido hasta ahora. El rápido desarrollo de las mismas está siendo una carrera contrarreloj que ya ha marcado un hito en la historia de la investigación biomédica.

Cada día cuenta y los pasos dados hacia el alcance de la inmunidad, cuyo nivel óptimo, según los expertos, se sitúa en los siete días posteriores a la segunda dosis, hacen que los puntos clave para el análisis sea, por un lado, la bajada de ocupación en los hospitales, y por otro, el avance de la vacunación en los grupos de población sensible.

En estos dos aspectos, al irse incrementando la vacunación en este tipo de colectivos, se ha observado que, aunque los índices de contagio no presenten una clara tendencia decreciente, si lo ha hecho la ocupación de las camas UCI en los hospitales, lo que significa que la población que se está contagiando no son altamente vulnerables a la enfermedad, por lo que no son susceptibles de ocupar camas UCI.

Esto está provocando que las restricciones se vayan desvaneciendo poco a poco, lo que incide positivamente en la reactivación económica. Saber qué está pasando en nuestro entorno y, predecir en cierta forma lo que va a pasar, es tan importante como saber qué es lo que ocurre en nuestra empresa, y más en una crisis en la que los históricos no nos sirven de nada, pues nada es comparable con la situación generada por la COVID-19. Por tanto, estamos a expensas del entorno, y saber qué es lo que está pasando, deberíamos de obtenerlo a través de los datos que estén en abierto.

Conocer en el menor tiempo posible, y de forma fiable, datos como, la evolución de los contagios, la ocupación de las camas UCI, cuántas dosis se han suministrado, cuántas están por llegar y cuál es la política de vacunación, nos pueden dar mucha información acerca de lo que puede pasar, y de esa forma adelantarnos en la toma de decisiones.Además, si conociésemos, en un entorno como el nuestro, cuantos pasajeros están llegando a nuestros aeropuertos y puertos, de dónde, qué programaciones a corto y medio plazo tienen las compañías y con qué previsiones de reserva cuentan, pues más certeros podríamos llegar a ser a la hora de prever que es lo que va a pasar y, en consecuencia, estar preparados hacia lo que todos esos datos retroalimentados tienden a decirnos.

Muchos de estos datos ya los encontramos en noticias y artículos, procesados e interpretados, pero distan un abismo de cómo realmente se necesitan para incorporarlos en los modelos matemáticos o, simplemente, para poder representarlos de forma ágil y sencilla, para no sólo observar lo que está sucediendo, sino lo que puede suceder, sobre todo en un periodo donde todo cambia tan rápido. Cuando se utilizan este tipo de datos, y más si son necesarios para modelizaciones que se hayan implementado, es importante que las fuentes garanticen la consistencia y credibilidad de los datos, la ausencia de contradicciones, así como su disponibilidad y su persistencia durante el tiempo, siendo necesario que los periodos en los que se actualizan no sufran demoras.

El acceso a estos datos debe de implementarse de la forma más automatizada posible, recuperando los nuevos datos cuando haya disponibilidad de éstos, para procesarlos y convertirlos en valor, y no perdernos en la vorágine de tanta información que, de forma independiente, puede darnos conclusiones sesgadas.

En los últimos meses, tanto el ISTAC como el Gobierno de Canarias han dado pasos en poner a disposición de la sociedad muchos de los datos que se han mencionado en este artículo, a través de fuentes JSON - JavaScript Object Notation, el cual es un formato ligero de intercambio de datos, que resulta sencillo de leer y escribir para los programadores y simple de interpretar y generar para las máquinas.

Para los datos acerca de la evolución de la COVID-19, inicialmente sólo había acceso a un visor, el cual nos limitaba a entrar a la página para ver los datos, sin ningún conector para extraerlos.

Pero hace unos meses, se han liberado los datos, los cuales son accesibles a través de la siguiente dirección.

Por otro lado, el ISTAC ha actualizado sus visualizaciones, y algunos datos de interés que habían dejado de actualizarse, como la llegada de pasajeros de diferentes países europeos, como Uk o Alemania.

Información es poder, y con información se puede llegar a ser más competitivo, eficiente y, sobre todo, estar preparado a lo que pueda pasar, máxime cuando el radio de acción de la mayoría de las empresas es la región, pero con una dependencia significativa de lo que pasa en muchos países que están a miles de kilómetros.