La humanización es innovación y supone un legado y resiliencia

La filosofía, psicología y antropología, junto con las ingenierías y matemáticas, están en auge. Estas y otras cuestiones, se pusieron de manifiesto en el magnífico foro de innovación, creatividad y empresa responsable, Géiser 2019, que se celebró en el Auditorio de Tenerife el 7 de noviembre de 2019, con ponentes que representan diferentes formas de liderazgo, Endesa, Innuba, Cabify, Facebook, La Bolsa Social y MIT Technology Review.

Innovación, sostenibilidad y resiliencia, tres conceptos con mucho contenido; las personas en el centro, satisfacer el interés y las necesidades de los empleados, proveedores, clientes y socios, por ese orden; acciones frente al cambio climático y respecto al propósito y legado social que se pretende dejar; y la capacidad de levantarse y de entender el pasado, partiendo de la premisa de que el error es un gran aprendizaje y de que aunque hagas todo bien puede salir mal; todo ello, permite innovar, acertar y aportar un legado con responsabilidad social.

El mundo sigue cambiando, cada vez es más digital, se aplanan las jerarquías y se establece la necesidad de colaborar de forma inteligente, cada uno aporta en lo que es bueno y le apasiona, lo que se conoce como “smart collaboration”, y se rechaza el concepto de venta cruzada, conocido como “crosselling”, porque el centro es la persona y no el negocio, lo que, paradójicamente, genera más negocio y personas más felices, como también nos recordó Heidi K. Gardner, profesora de Harvard Law School, en el innovador VI Legal Management Forum 2019, celebrado en Madrid el 10 de octubre de 2019.

La tecnología no es buena ni mala, buenas y malas somos las personas, como se apuntó en Géiser 2019. Lo mismo ocurre con el ejercicio de los derechos, que dependen de las personas, y los derechos de una persona terminan cuando comienzan los derechos de otra.

La innovación y la digitalización facilitan el acceso a la información, pero ello tiene límites, como se pone de manifiesto en una reciente Sentencia del Juzgado de lo Penal nº 2 de Huelva, núm. 290/2019, de 11 de noviembre, en la que se establece una condena por un delito contra la propiedad intelectual, por la creación de páginas webs de cine facilitando a cualquier interesado usuario de Internet enlaces de acceso directo, sin restricciones, a películas, cuyos derechos están protegidos por la normativa sobre propiedad intelectual, almacenadas y descargables para su visualización, sin autorización de los legítimos titulares sobre dichas obras.

Y ello, porque no se facilita el acceso a una obra ya publicada por los titulares de sus derechos, sino que modifica y anula, sin su autorización, las restricciones y comunica contenidos públicamente a un “público nuevo”, recordando lo previamente establecido en la Sentencia del Tribunal Supremo núm. 638/2015, de 27 de octubre.

Igualmente, el desarrollo de internet y las tecnologías de la información y comunicación, así como la extensión y el uso intensivo de dispositivos móviles e internet, redes sociales y servicios como los de mensajería instantánea o de geolocalización, han servido de cauce para desarrollar nuevas formas de relacionarse entre las personas y por tanto, nuevas formas de entender la actividad profesional, los negocios y la competitividad.

Estas nuevas formas de relacionarnos exige del uso responsable de las nuevas tecnologías, y especialmente de ser conscientes, desde el ámbito familiar hasta el laboral, pasando por los colegios, de que el derecho a usar esa tecnología tiene un límite, y de que no son admisibles conductas constitutivas de acoso a través de un tratamiento ilícito de datos personales, como puede ser la grabación o difusión de imágenes degradantes que afecten a la intimidad de las personas, así como la publicación o difusión de mensajes o contenido audiovisual (imágenes, memes, etc.) que tenga por objeto menoscabar la dignidad de una persona y crear un entorno humillante u hostil, de comentarios despectivos, chistes ofensivos o demérito de la valía profesional de una persona en redes de mensajería instantánea o redes sociales, ya tengan un carácter sexual (constitutivos de acoso sexual), ya estén relacionados con el sexo de la persona (acoso por razón de sexo) o su orientación o identidad sexual, ya tengan un carácter general (acoso laboral), insultos o de rumores falsos, empleando redes de mensajería instantánea o redes sociales.

En el sentido expuesto, el pasado noviembre de 2019, la Agencia Española de Protección de Datos ha publicado una serie de recomendaciones o previsiones a incluir en las políticas de prevención de las empresas, para minimizar el riesgo de que se produzcan conductas constitutivas de acoso en el entorno laboral y actuar frente a las mismas.

De una manera u otra, la innovación implica una mayor humanización, la inteligencia robótica cada vez representa más los movimientos humanos, los algoritmos de la inteligencia artificial permiten el reconocimiento facial e interactuar, como si hablases con una persona, hasta el punto de que cada vez son más las aplicaciones en las que se pueden utilizar los aparatos que permiten la interacción entre un ordenador y un cerebro. Lo que, posiblemente, llegará a cambiar y ampliar, incluso, la forma en que el ser humano se comunica, y una buena gestión del Big Data facilita el dirigirte a menos personas para llegar a más, esto último se denominó, en Géiser 2019, como “La Teoría del Fonil Inverso”.

Leopoldo Cólogan, quién ha sido seleccionado por otros abogados para su inclusión en la edición del año 2020 del prestigioso directorio internacional The Best Lawyers in Spain, junto con Pablo Marrero y Gustavo García, cofundadores y organizadores de Géiser, cuyo foro de innovación ha apoyado por tercer año consecutivo Leopoldo Cólogan | Law Hotel

De hecho, tuvimos la oportunidad de recordar que, en la lista de 2019 coordinada por Bill Gates, los diez avances disruptivos con potencial de transformar el mundo son: La destreza robótica, la nueva ola de energía nuclear, la predicción de nacimientos prematuros, la cápsula que contiene una sonda intestinal, las vacunas personalizadas contra el cáncer, la hamburguesa de vaca sin vaca, las trampas para el dióxido de carbono, un electrocardiograma en la muñeca, los váteres sin alcantarillado y los asistentes de inteligencia artificial que hablan casi como humanos; así como a tener presente que, antiguos sectores, como el cristal y el cartón, retornan con fuerzan como sectores innovadores con responsabilidad medioambiental y social.

Sin duda, todo evoluciona y tiene efecto en nuestras vidas, como la reciente Sentencia núm. 568/2019, de 29 de octubre, del Tribunal Supremo, Sala Primera, de lo Civil, que establece que la introducción en la vivienda familiar de un tercero, en una relación afectiva estable, desnaturaliza el carácter de la vivienda, que deja de ser familiar, y por tanto supone una alteración sustancial de las circunstancias, que justifica la modificación de un convenio regulador suscrito con motivo de un divorcio.

Igualmente, la política comercial de una compañía aérea respecto de las tarifas aplicables al equipaje de mano ha sido cuestionada, por considerarla abusiva para los consumidores, por la Sentencia núm. 373/2019, de 24 de octubre, del Juzgado de lo Mercantil nº. 13 de Madrid, que condena a una compañía aérea a devolver a una pasajera el suplemento que le obligó a abonar por el equipaje de mano.

Asimismo, el liderazgo y magnetismo de Mª Dolores Pelayo se puso de manifiesto en los premios Teide de Oro, que se le concedieron, el pasado 13 de diciembre de 2019, a ella, a la  Universidad de La Laguna y a los trabajadores de Thomas Cook, con los valores que ellos representan, libertad, igualdad, responsabilidad y solidaridad, es decir, las personas en el centro.

Al igual que no debemos poner la llave de nuestra felicidad en el bolsillo de otra persona, tampoco debemos poner la llave de nuestros derechos y obligaciones, políticos y económicos, en el bolsillo de otra persona. Por ello, debemos mejorar en igualdad y en unos impuestos solidarios que no desincentiven el esfuerzo de las personas, que es lo que nos hace realmente independientes, lo que no debemos confundir con cambiar la llave de bolsillo cuando sigue siendo el de otras personas.

Por último, el Tribunal Supremo, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Primera, ya se ha pronunciado mediante Providencia de 28 de octubre 2019 por la que inadmite un recurso de casación, reconociendo el contenido interpretativo y aclaratorio de la Ley 8/2018, de 5 de noviembre, con la que se dejaba establecido, de forma clara, que a los efectos del cálculo de los rendimientos derivados de la venta de bienes corporales producidos en Canarias, formarán parte de los mismos las ayudas plataneras, y por tanto, su inclusión a los efectos de la bonificación. Lo que supone una gran noticia para el sector platanero, y agrícola en general, que son un ejemplo de innovación, sostenibilidad y resiliencia.