China y África: Una oportunidad para Canarias
La voluntad de China de proyectar su modelo de liderazgo global tiene en una de sus máximas prioridades el continente africano. Tras años de creciente cooperación económica fijada en la obtención de recursos naturales, Pekín centra actualmente sus esfuerzos en reforzar los lazos militares y financiar una explosión de proyectos de infraestructura en la región en el marco de su proyecto de referencia, la Nueva Ruta de la Seda.
África, que mantiene un intercambio comercial de 170.000 millones de dólares con la segunda potencia económica y que acoge a cerca de 10.000 empresas chinas, que gestionan alrededor del 12% de la producción industrial del continente, y más de un millón de inmigrantes chinos se han instalado en el continente. Las inversiones de este país han permitido crear 900.000 puestos de trabajo en el continente, según el Ministerio de Comercio en Pekín, e infraestructuras muy necesarias, incluidas dentro de la Ruta o no.
China ha cultivado con esmero su relación de cooperación para el desarrollo, sus lazos militares, la construcción de infraestructuras (carreteras, líneas de tren, puertos) y la creación de parques industriales. Su primera base militar en el exterior se ha instalado en el pequeño Yibuti, en el Cuerno de África. Desde el 2000 ha concedido créditos por valor de 136.000 millones de dólares.
China es el primer socio comercial de África desde hace una década tras desbancar a Estados Unidos. Además de los miles de millones de euros invertidos en la obtención de recursos naturales, especialmente minerales, el continente se ha convertido en el gran campo de pruebas de la construcción de infraestructuras con tecnología y financiación china. El fenómeno se ha acentuado en los últimos años, coincidiendo con la puesta de largo del proyecto de la Nueva Ruta de la Seda, una ambiciosa red de infraestructuras que busca unir China no solamente con África, sino también con Europa y el centro y sudeste de Asia a través de puertos, carreteras y ferrocarriles.
China acaba de anunciar en el Foro de Cooperación China-África (FOCAC) un nuevo paquete de ayuda financiera de 60.000 millones de dólares que incluye 20.000 millones en líneas de crédito y 10.000 millones para un fondo especial para el desarrollo. Otros 15.000 millones vendrán en forma de ayuda gratuita y préstamos sin intereses. Y 5.000 millones se destinarán a financiar importaciones de productos del continente que no sean recursos naturales.
Además, Pekín alentará a las compañías chinas a invertir al menos 10.000 millones de dólares en los próximos tres años. Según el presidente chino, parte del objetivo de su país es ayudar a África a aumentar sus ventas al exterior. China, asegura, no busca mantener un superávit en una relación comercial que el año pasado creció un 14%.
África ha abrazado de buena gana los créditos chinos: ha recibido 136.000 millones de dólares en préstamos chinos, tanto soberanos como comerciales, según el proyecto estadounidense Iniciativa de Investigación China-África (CARI). Aunque este proyecto encuentra que la proporción de deuda en manos chinas es relativamente reducida en la mayoría de los países de la región, en tres casos —Zambia, Congo y Yibuti—, los créditos chinos contribuyen significativamente al riesgo. Yibuti, que acoge a la primera base militar china en el exterior, ha visto dispararse su deuda pública del 50% al 85% en solo dos años.
China se ha defendido ante las acusaciones de practicar una diplomacia del endeudamiento como trampa. “El nivel de deuda en esos países ya era muy alto en el pasado. Otros países están muy endeudados porque han estado tomando préstamos de otras naciones e instituciones financieras internacionales ya que China ha llegado más tarde que otros prestamistas, no siendo el principal acreedor. Pero Pekín sí está haciendo ajustes, de forma y fondo, en respuesta a unas críticas que incluyen también la falta de transparencia.
La ayuda no se limitará al ámbito económico o comercial. En el terreno militar, China aportará ayuda militar a la Unión Africana, apoyará a los países de la región del Sahel y los golfos de Adén y Guinea para que mantengan la seguridad y combatan el terrorismo en esas áreas. China está cada vez más involucrada en temas de seguridad y defensa en África por la necesidad de proteger los intereses de China en la región, incluyendo el acceso a recursos naturales y rutas comerciales, y la protección de las empresas chinas con operaciones en África y los trabajadores y ciudadanos chinos en el continente ante posibles ataques terroristas o inestabilidad política.
Ya en 2008, envió al golfo de Adén su primer contingente fuera de Asia-Pacífico, para participar en la fuerza internacional contra la piratería. La primera base militar de China en el extranjero, inaugurada en agosto del año pasado, se encuentra en Yibuti, en el Cuerno de África. Pekín también participa activamente, con aportaciones económicas y de tropas, en misiones de paz en el continente: es el principal contribuyente entre los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, y se encuentra entre los doce primeros de todo el mundo. Mantiene 2.400 soldados en siete operaciones de paz en el continente. También ha ofrecido equipar a fuerzas de paz africanas.
El Ejército chino "se ha establecido como un socio activo en materia de seguridad, mediante contactos militares basados en programas de formación y adiestramiento, asesores militares, ventas de armas y construcción de instalaciones militares, así como sedes del Ministerio de Defensa", apunta el Centro Africano de Estudios Estratégicos.
En África Occidental el caso de Senegal es paradigmático. Senegal muestra la capacidad de atraer también a los países del oeste a su proyecto en una zona tradicionalmente bajo influencia francesa. En este país, uno de los más estables de la región y con un rápido crecimiento económico, Pekín ya ha financiado la construcción de una autopista que comunica Dakar con Touba (la segunda ciudad) y un parque industrial a las afueras de la capital.
China tendría el ojo puesto además en el puerto de Dakar como salida en el Atlántico como parte de una ambiciosa conexión ferroviaria y ruta comercial hasta Yibuti, país en el otro extremo del continente y con salida al Índico, donde China tiene una base militar y controla una terminal portuaria.
China ha pasado de ser un país con un enorme potencial a convertirse en una potencia mundial con influencia planetaria, siendo hoy el principal socio económico de África, constituyendo su expansión hacia este continente una excelente oportunidad para Canarias como plataforma logística y comercial.
Canarias para China emerge en su contexto geoestratégico como un hub europeo para realizar negocios con África con su abanico de infraestructuras, servicios y ventajas del estilo de vida europeo, con un ordenamiento estable y seguro, óptima situación geográfica, conectividad aérea y marítima y excelentes redes de comunicaciones, oferta de personal altamente cualificado formado en universidades y centros de I+D, lo que configura a Canarias como excelente plataforma logística y comercial para operar desde China hacia África Occidental.
Artículos Relacionados
- “Plataforma Canarias-China”: Una oportunidad para Canarias
- China y la Nueva Ruta de la Seda: Una oportunidad para España y Canarias
- Brasil y África occidental: Una oportunidad para Canarias
Sobre el Autor
Isidoro López
Consultor en Inversión Internacional y Comercio Exterior, Experto en Zona Especial Canaria (ZEC). También es Socio fundador y CEO de Canary Consulting & Trading y de Canary Sustainable Trade, Ambas, consultoras que buscan promover la atracción de inversión extranjera a Canarias prestando la gama de servicios integrales de apoyo que requiere la implementación de proyectos empresariales tanto desde el punto de vista de la consultoría de inversiones, como de la de comercio exterior.
También es MBA IE Business School, con experiencia en el sector financiero y tras 14 años en la Zona Especial Canaria (ZEC) ha desempeñado tareas directivas, orientando su actividad a la consultoría de inversiones en Canarias y asesoramiento en comercio internacional.
Colabora dentro de la temática de Internacionalización.