África : Reto y Oportunidad para Canarias y España
Los estudios y la investigación promovidos desde la universidad pueden ayudar a cambiar la percepción que se tiene de África, a dar a conocer su realidad y a diseñar políticas más acertadas en todos los sectores. Este es uno de los principales objetivos de The European Union, Mediterranean and African Integration in the Global Age (Amenet). Un proyecto impulsado por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) en el que participa la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria que ha sido elegido para recibir cofinanciación del Programa Erasmus+.
El consorcio está integrado por 14 universidades pertenecientes a 11 países diferentes (seis africanos y cinco europeos). El éxito de esta iniciativa pasa por la capacidad para formar doctores, graduados e investigadores con un fuerte compromiso social, porque el futuro de África está en que esa gente se quede en su propio país.
En África el emprendimiento es considerado como catapulta del crecimiento económico. El principal foro de negocios de África 2018, recientemente desarrollado en Sharm el Sheikh (Egipto), reconoció hoy este hecho al acoger el día de los jóvenes emprendedores (YED), que concentró a los líderes empresariales más inspiradores de África, para proporcionar información de primera mano sobre los negocios, el liderazgo, la tecnología y los modelos de negocio disruptivos para apoyar a los jóvenes emprendedores desarrollando sus habilidades empresariales.
Con más del 60% de su población menor de 25 años, el África subsahariana es ya la región más joven del mundo hoy en día-y, por 2030, será el hogar de más de una cuarta parte de la población mundial de menores de 25. Como esta joven población, la mejor educada y conectada globalmente que ha tenido el continente, entra en el mundo del trabajo, la región tiene una oportunidad demográfica.
El potencial económico de los jóvenes empresarios e innovadores del continente podría crear millones de empleos de alta calidad y promover un crecimiento económico inclusivo en todo el continente.
A finales de este siglo, un tercio de la población mundial, y una mayor fracción de sus jóvenes, serán africanos. Otras tendencias hacen que la inversión en África sea una perspectiva más tentadora. Las tasas de alfabetización han aumentado rápidamente. Las muertes por paludismo han caído casi a la mitad desde el siglo pasado, y tanto el hambre como la mortalidad infantil se han hundido. Una población más sana y educada está mucho mejor preparada para leer instrucciones, absorber información y aparecer para trabajar consistentemente.
Mientras tanto, el aumento de la alfabetización y el acceso a Internet están descubriendo vastos grupos de talentos africanos previamente ocultos. La gobernanza también está mejorando. Un gobierno más estable significa un entorno más estable para las empresas que buscan invertir. Y no faltan los posibles destinos de inversión.
El continente cuenta con 55 países, con una vertiginosa variedad de instituciones, lenguajes y ventajas comparativas. Seis países en particular — Mozambique, Sudáfrica, Nigeria, Ghana, Zambia, Etiopía y Kenia — lideran la atracción de IED. Infraestructuras, servicios negociables relacionados con la agricultura, la tecnología de la información y el turismo.
Amenet analizará las lecciones aprendidas en el proceso de construcción de la UE para promover un diálogo basado en evidencias en torno a posibles procesos de integración en África y el Mediterráneo. Entre las acciones previstas en el proyecto figura la celebración de cuatro Conferencias Internacionales sobre Integración Económica África-Mediterráneo-Europa (AME).
La primera de ellas será el próximo año en Tánger, Marruecos. Pero también contempla la realización de seminarios, diálogos y talleres de trabajo sobre comercio e inversión, infraestructuras, energía, migraciones, emprendimiento, innovación y gobierno local; así como sesiones de trabajo en torno al estudio de los problemas y oportunidades de una mayor integración entre la UE y la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao).
Otro de los aspectos que esta iniciativa tiene muy en cuenta es “la necesidad de una mayor internacionalización de las empresas españolas, que ya lo están haciendo, pero que también tienen que crecer hacia África e invertir allí”, explica Mella. De hecho, “la inversión española en África solo representa el 0,4% del total del continente, aunque España importe y exporta a África más que a América Latina.
Nuestra relación es más de mercado comercial: compramos y vendemos, pero no invertimos”, confirmó Raimundo Robredo, director general para África del Ministerio de Asuntos Exteriores, presente en el acto de lanzamiento de Amenet.
La presencia de empresas españolas en África es cada vez mayor y África emerge un reto y una oportunidad. En este contexto el Gobierno de España presenta esta semana en el Congreso una estrategia que potencia la inversión española en el continente vecino, refuerza las misiones de paz y, en última instancia, promueve lo que denomina una “movilidad ordenada” entre ambos territorios. El proyecto prevé integrar más al sector privado en la estrategia diplomática para lograr un mayor impacto.
La proximidad geográfica de España respecto a África no equivale a relación privilegiada. La presencia de empresas españolas es tímida (hay unas 600 implantadas), el diálogo institucional no siempre es fluido y la nutrida presencia de militares españoles en el continente (más de 700) no se capitaliza como herramienta de influencia.
Con esa meta se lanza una iniciativa estructurada en cuatro bloques: paz y seguridad, crecimiento económico y desarrollo sostenible, fortalecimiento institucional y movilidad ordenada. El hecho de que la migración —ni siquiera se emplea esta palabra— aparezca como último bloque de este enunciado es indicativo del giro que se pretende dar a la relación con África.
La lógica –difícilmente realizable, pero sintomática de que los esfuerzos se quieren poner en todos los pasos previos— es que si el continente mejora en democracia y auge económico, la migración será menor. Pero es que además, para la mayor parte de los africanos que emigran, Europa no es su principal destino. “Hay que ampliar el enfoque porque la migración es un fenómeno compartido. De cada cinco africanos que emigran, cuatro lo hacen dentro del propio continente. A Europa llega menos del 20%”, señalaba recientemente un alto funcionario diplomático.
El Plan pretende dar más peso a las inversiones españolas, de forma que las empresas perciban en mayor medida las oportunidades presentes en África. Porque pese a las imágenes de guerras, desertificación y dictaduras que trascienden, el continente en su conjunto es hoy menos pobre y más estable que hace años. La Administración española ha potenciado hasta ahora poco esta visión y apenas un 0,3% de la inversión bruta en el exterior se dirigió el año pasado al continente africano, según datos del Ministerio de Economía. La mitad se concentró en Sudáfrica. Socios europeos como Francia e Italia tienen más peso en la región.
El perfil bajo de España se aparta de una estrategia inversora hacia África que se impone en el exterior. La UE ha ideado una herramienta inversora para este continente que aspira a movilizar 44.000 millones de euros, esencialmente privados, en los próximos años. Y las inversiones chinas proliferan en el continente. Está por ver, pese a todo, que esa iniciativa prenda en Europa.
Estas dos iniciativas desde el plano académico y gubernamental confluyen en un contexto en el que Canarias emerge en su contexto geoestratégicocomo un hub europeo para realizar negocios con África con su abanico de infraestructuras, servicios y ventajas del estilo de vida europeo, con un ordenamiento estable y seguro, óptima situación geográfica, conectividad aérea y marítima y excelentes redes de comunicaciones, oferta de personal altamente cualificado formado en universidades y centros de I+D, lo que configura a Canarias como excelente plataforma logística y comercial para operar en África Occidental.
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Sobre el Autor
Isidoro López
Consultor en Inversión Internacional y Comercio Exterior, Experto en Zona Especial Canaria (ZEC). También es Socio fundador y CEO de Canary Consulting & Trading y de Canary Sustainable Trade, Ambas, consultoras que buscan promover la atracción de inversión extranjera a Canarias prestando la gama de servicios integrales de apoyo que requiere la implementación de proyectos empresariales tanto desde el punto de vista de la consultoría de inversiones, como de la de comercio exterior.
También es MBA IE Business School, con experiencia en el sector financiero y tras 14 años en la Zona Especial Canaria (ZEC) ha desempeñado tareas directivas, orientando su actividad a la consultoría de inversiones en Canarias y asesoramiento en comercio internacional.
Colabora dentro de la temática de Internacionalización.