¿Pensando en trabajar en “La Nube”?
La nube, un concepto que aún a día de hoy nos inspira respeto y temor. El hecho de no tener los datos en nuestra mano, nos asusta.
Los llevamos en la mano sin darnos cuenta, datos, datos y más datos que movemos sin control de forma constante y que a todos, en más de una ocasión, por fallos de nuestros propios soportes, nos ha ocurrido que los hemos perdido.
Y es que el concepto de tener un servidor de datos, un NAS o un disco duro al lado nuestro se vuelve ya obsoleto. No hemos conseguido aún adaptarnos al concepto de que estamos completamente interconectados y que en raras ocasiones tenemos que “tirar” de un repositorio local. Más aún si hablamos de puestos de trabajo, asignaciones de recursos y un largo etcétera.
Buscamos fiabilidad en el trabajo, seguridad de datos, movilidad dentro de un concepto local que aún cuesta por dar por obsoleto. La migración a la nube se nos hace grande y cuesta, a priori hacernos a la idea de que los conceptos han cambiado.
Desde hace años se lucha por un modelo más seguro, por entornos más resistentes a los ataques informáticos, a la velocidad y las prestaciones de más potencias a un precio asequible. Evidentemente, asumir este reto en un entorno local conlleva gastos no solo en materia de inversión en infraestructura, sino que, además, el lógico mantenimiento del personal que ha de administrar y sostener el sistema.
¿Por qué no en la nube? Te explico qué es y sus innumerables ventajas
El concepto “nube” radica en una serie de servicios que son alojados por proveedores de servicios, contenidos e infraestructuras que habilitan un espacio en sus sistemas para que podamos instalar en ellos nuestros recursos. Bien sea almacenamiento para nuestras copias de seguridad, repositorios que facilitan el intercambio de datos, servidores que alojan nuestros proyectos web o incluso entornos de trabajo globalizados.
¿te imaginas poder unir todas tus sedes en un único entorno? ¿Poder trabajar en tu oficina y también desde casa sin tener que cerrar ninguna aplicación? ¿Tener un intercambio efectivo de información entre tus clientes, colegas y proveedores? La nube lo hace posible
Estar en un centro de datos con una interconexión con múltiples operadores, con un entorno de alojamiento muy seguro y con personal exclusivo que sostenga el sistema las 24 horas al día es mucho más de lo que cualquier entorno local podrá ofrecer. Ahora pensarás que tus datos están en manos de otro o que son vulnerables, o que sencillamente no tienes el control.
Nada más lejos de la realidad: Los centros de datos cumplen estrictas medidas de implantación con normativas internacionales que han de ser cumplidas a rajatablas, aparte del consecuente acuerdo de privacidad, que es legislativo, y de la estrategia que hayas diseñado para poder solventar cualquier tipo de posible desastre (el lado local no está excluido).
Aquí te enumero tan solo algunas de las ventajas de trabajar “en la nube”:
- ES FLEXIBLE: te permite moverte allí donde necesites hacerlo y te permite conectar sin necesitar un gran equipo tan solo aplicaciones de escritorio remoto que te permitan seguir trabajando en el lugar en el que estabas. Hasta las tabletas y teléfonos pueden reproducir este entorno de forma muy fiable.
- TRABAJO ONLINE COLABORATIVO: te permite trabajar en línea sin importar la localización en donde te encuentres, con poco ancho de banda. Compartir documentación entre colegas de trabajo en el mismo entorno aunará fuerzas y hará de los procesos cotidianos, un trabajo más ágil.
- ES SEGURO: trabajar en la nube hará que tus documentos estén en un entorno seguro, con autoguardado y con las consecuentes copias de seguridad. Ya no importa que tu ordenador deje de funcionar, tu información, a salvo.
- AHORRO: tener una infraestructura en la nube hace que el gasto en materia de equipamiento informático sea mucho más reducido, así como los costes de mantenimiento.
- ACTUALIZACIONES: todo el sistema es actualizado por los administradores de sistema, estar siempre en la última versión, siempre garantizará el trabajo.
- MEDIO AMBIENTE: Cuando las necesidades nube fluctúan, la capacidad del servidor se escala hacía arriba y hacia abajo para encajar. Así que sólo utiliza la energía que se necesita, lo que contribuye a reducir nuestra huella ambiental.
Lo único que queda es elegir cuál de las nubes que nos ofrecen nuestros operadores de servicios es la que más nos convence. Ahí tenemos que tener en cuenta que los gastos suelen ser de carácter mensual o anual, tener las aplicaciones que más nos interesen, o incluso si nos permite ampliar nuestro proyecto de una forma flexible.
¿Aun pensando en el modelo local? ¡Olvídalo!, nos vemos en la nube.
Sobre el Autor
Santy Abreu
Entusiasta de la comunicación, Analista, Programador y Técnico Superior en Administración de Sistemas y Gestión, está especializado en la estrategia e implantación de soluciones tecnológicas en la empresa a nivel internacional al tiempo que ha coordinado numerosos proyectos en Internet. Actualmente ejerce como fundador de la plataforma Civicos Networking y es Responsable de Sistemas y Cuentas de Clientes en Itop Consulting especializado en proyectos de Cloud Computing, soluciones ERP/CRM, Business Intelligence, Gestión Documental, Soluciones de E-Commerce y Gestión de soluciones personalizadas para la empresa. Además produce el programa radiofónico "Hablemos de Tecnología" difundiendo las novedades en todos los sectores tecnológicos.
Colabora dentro de la temática de Innovación y Tecnología.