La nube: cómo evitar saltos y turbulencias a las empresas canarias
Salir de Canarias al continente europeo supone un salto de no menos de 1000 kilómetros. Eso, si nuestro destino está en el sur de la Península Ibérica y tenemos la suerte de ir en un solo vuelo…pero lo habitual es que los que vivimos aquí tengamos que hacer 2 o 3 saltos para llegar a un destino más o menos importante en Europa.
Pero no pretendo hablar de viajes sino de Internet, de nuestros datos y de la nube. Con los datos pasa algo muy similar: la nube consiste en conjuntos de centros de datos que diversas compañías tienen repartidos por el mundo.
Cuando vamos a alojar nuestros datos o nuestras aplicaciones en los sistemas de almacenamiento que se encuentran en esos datacenters, los ficheros hacen un viaje de miles de kilómetros y dependiendo del operador de Internet que usemos pueden dar entre 3 y 6 saltos de media entre las más de 200.000 redes que conforman hoy Internet. Esas 200.000 redes se denominan en el argot técnico, “sistemas autónomos”, aunque muy autónomos no sean sin la existencia del resto.
Cuando se trata de alojar una copia de nuestros documentos o fotos personales, no solemos tener prisa y 1000 kilómetros, 25 milisegundos y 5 saltos más o menos no suelen ser importantes. Pero cuando lo que alojamos son aplicaciones que son accedidas por nuestros compañeros de trabajo cuyo tiempo vale oro, esos 25 o 30 milisegundos y 5 saltos extra se pueden convertir en las turbulencias de las líneas aéreas en el cielo y generar improductividad en nuestro equipo de trabajo de hasta 30 minutos diarios, lo que se traduce en pérdidas de más de 1000 euros anuales por trabajador.
Tener tus comunicaciones a Internet contratadas con el mismo operador que tu datacenter puede disminuir esas pérdidas en un 50% y alojar nuestros datos en un datacenter de nuestro operador de telecomunicaciones a menos de 200 kilómetros de tu negocio pueden reducir a cero el resto de pérdidas.
Los centros de datos de los grandes proveedores cloud están en el centro de Europa (Frankfurt, Paris, Londres, Dublín, Paris) a más de 70 milisegundos de Canarias y de media a 5 saltos. Cualquier problema en la red de esas cinco redes intermedias puede provocar que no podamos acceder a nuestros datos y aplicaciones.
Es por todo ello que, como paso previo a subir a la nube, debemos valorar a cuantos saltos y cuantos milisegundos van a estar nuestros datos de nuestros negocios y analizar si hay alternativas mejores. Para negocios globales cuyas aplicaciones, sitios web y aplicaciones moviles van a ser accedidas por usuarios de todo el mundo las computación distribuida de los grandes proveedores cloud tiene ventajas fuera de toda duda pero si nuestro negocio está en Canarias con algunos centros de trabajo en el resto de España, las ventajas se tornan en riesgos.
En Canarias hay diversas alternativas a dos o tres milisegundos y un solo salto que nos pueden proporcionar experiencias de usuario iguales o mejores a las que tendríamos con los datos en nuestros centros de trabajo.
Efectivamente han leído bien: Mejores porque cuando se alojan los datos a menos de 3 milisegundos y a 10 gigabits por segundo de velocidad no hay saltos ni sobresaltos y tendremos nuestros datos en un lugar conocido pero con las ventajas de la nube.
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Sobre el Autor
Juan Manuel Castellano Sosa
Informático y empresario de los sectores de tecnología y turismo.
Director General en IDECNET S.A., administra un complejo turístico extrahotelero de 60 unidades.
Fundador de varias empresas tecnológicas (IDECNET, Canarywifi, Just Your Trip, Catch’o’price).
IDECNET es el líder en servicios de datacenter + telecomunicaciones en Canarias