Leyes de salario mínimo
Este pasado mes de octubre se ha anunciado la intención de subir el salario mínimo interprofesional hasta los 900,00 € para el 2019. El salario mínimo es actualmente de 735,00 €, por tanto la subida supone un incremento del 21%. Esto sería por tanto una ligera subida con respecto a la propuesta del anterior gobierno que era de 850,00 €.
El objetivo de este artículo es reflexionar desde el punto de vista del autónomo y de la PYME qué repercusiones tienen estas decisiones y cómo les afectan.
No me voy a extender en datos de porcentajes de alzas de costes que dicha medida nos va a acarrear a autónomos y pequeños empresarios. Internet está llena de análisis pormenorizados del coste de esta medida, por el contrario voy a tratar de centrar el artículo en explicar desde un punto de vista científico el porqué este aumento es perjudicial, no sólo para los empresarios, sino también para los trabajadores.
Esto es lo que muchos empresarios y autónomos saben, pero no saben cómo explicarlo, después de leer este artículo (espero) si que van a saber cómo explicarlo.
Para ello vamos a hacer referencia a uno de los economistas liberales más conocidos, Henry Hazzlit, quién ya en 1946, en su libro “La economía en una lección” se refería a las subidas de los salarios mínimos.
Para Hazzlit, el salario no es más que otro “precio” de mercancías, exactamente igual al resto de precios que hay en la economía y por tanto le rigen las mismas reglas que al resto. Sabemos que un aumento de precios produce una disminución de la demanda. Por tanto si el salario sube, la demanda de trabajo está claro que va a descender, los empresarios van a contratar menos y por tanto los trabajadores se van a ver perjudicados, Hazzlit dice al respecto que “se sustituye el salario bajo por el paro. Se causa un mal general, sin compensación equivalente".
Siguiendo a Hazzlit, el gran perjudicado del aumento del salario es el propio trabajador, todos aquellos trabajadores cuya productividad no esté por encima de los 900,00 € que se piensa fijar, se va a quedar fuera del mercado.
Esto lo van a sufrir a aquellos trabajadores menos cualificados y por tanto más expuestos a la precariedad laboral, aquel que con 735,00 € estaba dentro del mercado laboral, con 900,00 se va a ver fuera.
Pensemos en muchos jóvenes recién incorporados al mercado laboral y que unas primeras etapas, no son ni siquiera productivos para las empresas, por su lógica inexperiencia, pues bien, ahora lo serán aún más, por lo que las dificultades de acceder al mercado laboral serán aún peores, feo panorama ¿no?
Entonces nos preguntamos como es posible que socialmente se celebre como gran alegría este aumento como si del milagro de los peces y los panes se tratará.
Es sencillo, basta con complicar un razonamiento sencillo. Algunos economistas vienen a decir que la ley de los precios es cierta, pero en un mercado de libre competencia, y siguen el argumento de que el mercado de trabajo no lo es. Dentro de este pensamiento, es siempre el empresario el que tiene la sartén por mango y por tanto pueden reducir los salarios a la baja, abusando de ese “poder”, de tal forma que un aumento de los sueldos por corrección bondadosa es motivo de gran alegría.
Pero ¿es cierto que el empresario siempre tiene ese poder de negociación? Pensemos en una pyme con uno o dos comerciales que manejan el 40-50% de los clientes. ¿Realmente el empresario puede forzar a la baja el salario de estos dos trabajadores?
En una economía globalizada como la actual, el pensar que el trabajador siempre está en inferioridad de condiciones con el empresario recuerda a las películas en blanco y negro de Charles Chaplin, donde ya se demonizaba la revolución industrial, como si la vida de aquellos que buscaban un trabajo en esas fábricas, no lo hicieran huyendo de una vida mísera de subsistencia a la que estaban condenados en el mundo rural.
En esto creo personalmente que hemos avanzado poco y se sigue viendo al empresario como un explotador del proletariado al cual se condena a una vida de precariedad, a pesar de que hoy en día casi el 90% de la población en España goza de un nivel de vida como nunca en la historia y en mucha parte gracias al esfuerzo de múltiples pequeños empresarios y autónomos que constituyen el principal sustento cuyos hombros volverá a caer el peso de los aumentos de costes a los que nos someten.
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Sobre el Autor
Jesús del Amo
Director Gerente de AvalonBiz Consulting Group. Licenciado en ciencias económicas por la universidad de Zaragoza y master de Economía de la escuela austriaca por la universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Su trayectoria transcurre en el ámbito gerencial y de dirección de equipos durante más de 20 años. Fundador de AvalonBiz, desde donde ofrece Soluciones de Negocio, Gestión y Controlling a la medida.
Defensor de la libertad individual, los mercados libres y la propiedad privada como ejes del desarrollo social y mejora de las condiciones de vida de las personas. Como profesional interesado en el coaching,es usuario del método de productividad GTD y creyente en la innovación y formación continua en la empresa a través de las tecnologías de la información.
Colabora dentro de la temática de Finanzas y Fiscalidad.