Depósito de cuentas anuales (o cómo no morir empresarialmente)
Como usted es un empresario diligente, a estas alturas ya habrá cerrado las cuentas anuales de su PYME (teníamos de plazo hasta el 30 de junio si su ejercicio contable coincide con el año natural) y durante el mes de julio procederá a depositarlas en el registro mercantil.
Todos sabemos que es un mero trámite que cumplimos a regañadientes y después de que nuestro asesor fiscal haya hecho no menos de 13 o 14 llamadas recordándonoslo (puede que mas si su empresa es de menos de 5 trabajadores).
Pues bien, resulta que este año hemos estado especialmente ocupados y no hemos sido diligentes y se nos ha ido el plazo, pero bueno, nada grave. Al fin y al cabo es un mero tema administrativo que en nada afecta a la empresa… ¿o no?
Empecemos por el principio: La obligación de presentar las cuentas anuales se recoge en la Ley de Sociedades de Capital (LSE) en su artículo 253 y siguientes, y su depósito en se recoge en el artículo 368 del reglamento del registro mercantil (RMM).
Vamos, que hay una ley y un reglamento, por lo que el tema se pone serio.
Ya sé que todos sabemos lo que hay que depositar (las cuentas anuales) y que estas se componen de: Balance, Cuenta de pérdida y ganancias, Estado de cambios en el patrimonio neto, Estado de flujos de efectivo, Memoria, Certificación expedida por el administrador o Consejo de administración relativa al extracto del acta de la junta general donde fueron aprobadas dichas cuentas, Informe de gestión, Informe de impacto medioambiental, (recordar aquí que si es usted una pyme con el balance, el PyG y la memoría será suficiente).
Pues bien, aunque lo sabíamos, las tenemos, y el asesor ha hecho 25 llamadas, (porque usted tiene menos de 5 trabajadores), nos hemos despistado. ¿Qué nos puede ocurrir?
Que nos multen. Hasta 60.000 € y como mínimo 1.200 €. Así que cuando por fin respondemos al asesor y le damos las cuentas (pagamos la sanción con el descuento) el descuido nos sale por 600€ mínimo, pero probablemente, este no sea el mayor de nuestros problemas.
El depósito de las cuentas anuales en el RM, tiene su origen en que el legislador mercantil obligaba a las sociedades a dar “publicidad” a las cuentas de las sociedades para que terceros con relaciones con ellos, normalmente proveedores con créditos a la sociedad, supieran del patrimonio de la empresa.
Hoy en día con internet y las plataformas de información mercantil y los seguros de caución esto ha quedado obsoleto ¿o no? Pues no, porque estas webs sacan la información del RM y si usted no ha depositado las cuentas no va a existir información de su empresa, lo que seguramente le dará mala imagen ante futuros proveedores y ahora también clientes, que miran el estado de las cuentas de sus proveedores.
Pero hay un último punto importante. Normalmente el dueño de la PYME de menos de 5 trabajadores suele ser el administrador de la empresa, o peor aún, puede que el administrador de la empresa sea su señora esposa.
Imaginemos que un año las cosas van mal, y su asesor le insta a que de forma transitoria (o definitiva) cierre aquel negocio paralelo que hizo con un socio, o con su cuñado y del cual usted es el administrador (o su señora). Pues bien, sepa que si usted no ha presentado las cuentas y no las ha depositado en el RM está en riesgo de muerte empresarial. ¿Y cuál es el riesgo de muerte para un empresario? RESPONDER CON TODO SU PATRIMONIO.
Esto es así porque si usted como administrador, no ha presentado las cuentas, no ha cumplido con su debida “diligencia” y por tanto, la sociedad, los socios o los acreedores podrán ir contra todo su patrimonio.
Espero que, después de leer estas líneas, si este año llama de nuevo su asesor, con que entrega las cuentas a la la tercera llamada (y no a la número 25), me daré por satisfecho.
Sobre el Autor
Jesús del Amo
Director Gerente de AvalonBiz Consulting Group. Licenciado en ciencias económicas por la universidad de Zaragoza y master de Economía de la escuela austriaca por la universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Su trayectoria transcurre en el ámbito gerencial y de dirección de equipos durante más de 20 años. Fundador de AvalonBiz, desde donde ofrece Soluciones de Negocio, Gestión y Controlling a la medida.
Defensor de la libertad individual, los mercados libres y la propiedad privada como ejes del desarrollo social y mejora de las condiciones de vida de las personas. Como profesional interesado en el coaching,es usuario del método de productividad GTD y creyente en la innovación y formación continua en la empresa a través de las tecnologías de la información.
Colabora dentro de la temática de Finanzas y Fiscalidad.