Ayudas a autónomos en tiempos del COVID-19

La crisis sanitaria provocada por el covid-19 ha desatado a su vez una crisis económica cuya magnitud a fecha de hoy aún está por determinar y cuya superación de momento se ve lejana. Cuando por fin parecía que habíamos superado la crisis de 2008, llega esta nueva crisis que presenta unas características muy diferentes a la anterior.

Para empezar la primera diferencia entre ambas crisis es el origen, la crisis del 2008 fue un crisis financiera con epicentro en USA, ahora nos enfrentamos a una crisis sanitaria con origen en China y que se ha extendido por todo el planeta debido a la famosa “globalización”.

La segunda diferencia, y la que a nosotros más nos preocupa, es los sectores que se han visto afectados. En 2008 los principales perjudicados fueron las entidades financieras, las agencias inmobiliarias y la construcción en general. La crisis del Covid-19 ha afectado al conjunto de la economía, no hay similitud en tiempos de paz de un parón similar al que se ha producido en los meses de marzo y abril, pero como lo que denominamos economía no es sino un conjunto de personas realizando acciones de intercambio de bienes, de servicios, de consumo, etc. y como cada persona es un mundo, está claro que a pesar de afectarnos a todos, no a todos nos va a afectar de igual manera.

El parón de la economía va a ser mucho más perjudicial para aquellos sectores que dependen del movimiento de personas. El turismo, el ocio y la restauración van a ser los grandes damnificados en esta crisis y las zonas donde estos sectores tengan más peso, se van a ver especialmente afectadas.

En nuestro caso, Canarias, con un peso del PIB del turismo cercano al 35% y sin posibilidad de sustitución por otros sectores a corto plazo va a ser uno de los territorios más afectados por la crisis del covid-19. Y por supuesto los que más va a sufrir la crisis van a ser los trabajadores tanto por cuenta ajena como por cuenta propia. Que nadie se engañe, los autónomos vamos a ser los grandes perjudicados y parece que, de momento, somos los grandes olvidados de esta crisis. Cabe recordar que en España hay más de 3 millones de autónomos y que casi el 75% de los mismos se dedican al sector servicios. Ya en la crisis de 2008 se llevó a más de un tercio de autónomos por delante y si no hay un remedio rápido y eficaz, quizás esta vez sea mucho peor.

Pero no todo son malas noticias, a diferencia de la crisis del 2008 la banca está saneada, hay disponibilidad de liquidez a nivel mundial y en el caso de Canarias cuenta con un endeudamiento público con margen para poder ayudar a las personas mas afectadas, por tanto con voluntad política y esfuerzo, esta crisis se puede superar.

El gobierno de España ha articulado una serie de medidas para paliar el efecto de la crisis del covid-19, no vamos a entrar en si son más o menos adecuadas o si son suficientes o no, de momento es lo que hay y el futuro dirá si han sido o no las adecuadas. La principal medida que ha puesto el gobierno a disposición de los autónomos ha sido el Cese de actividad para aquellos cuyos negocios no puedan abrir por las medidas de confinamiento. A su vez se han articulado aplazamiento de impuestos, Financiación ICO para la mejora de la liquidez, los famosos ERTE para aliviar los costes salariales, y luego algunas medidas más personales como son la Moratoria de Hipotecas, las ayudas arrendamiento vivienda habitual, las ayudas arrendamientos locales, la posibilidad de rescate plan de pensiones, moratoria Cotizaciones Sociales y aplazamientos deuda Seguridad social.

Para ver como se artícula cada una de ellas recomiendo visitar la página de Ceoe Tenerife  o la de la Asociacion de Trabajadores Autonomos (ATA) 

RESILENCIA

Nos toca un periodo de cambios profundos no sólo económicos sino también sociales y de cómo los gestionemos va a ser clave para la supervivencia de nuestros negocios. Apunten esta palabra “RESILENCIA”, o lo que es lo mismo, “capacidad de adaptación”, los autónomos más que nadie vamos a tener que reinventar nuestros negocios y adaptarnos a los nuevos patrones de consumo que nos ha traído el covid-19.

Tenemos que empezar por gestionar la crisis, para ello hay que dedicar un tiempo a pensar en todos los posibles riesgos en función de distintos escenarios futuros que se pueden dar en nuestro negocio y anticipar soluciones. Tan importante como prevenir es comunicar, nuestros trabajadores, clientes y proveedores deben de saber que estamos valorando todos los escenarios posibles.

En segundo lugar hay que poner el foco en la Seguridad y Salud. Es fundamental contar con protocolos específicos para prevenir los contagios y para saber cómo actuar en el caso de que se detecte algún posible caso. Para esto es necesario apoyarse en nuestras mutuas y servicios de prevención externos. Por otro lado hay que poner el foco en la “caja”. Es necesario priorizar la gestión financiera de la empresa, estimar los ingresos y tener previstas en la medida de lo posible las pérdidas, el riesgo de la falta de liquidez va a ser muy grande y es necesario tener planes B para afrontarlo en el caso de que se produzca.

Otro punto fundamental a tener en cuenta son las compras

Las ventas van a verse afectadas, para que el impacto sea lo menor posible deberemos tener una comunicación aún más fluida con nuestros clientes, hay que apostar por el uso de herramientas digitales en la venta. Debemos contar con estrategias de marketing flexibles que se adapten a distintos escenarios presupuestarios para impulsar las ventas. En cuanto a los precios, estos van a ser enormemente cambiantes, por lo que deberemos estar muy atentos a cambios en la demanda.

Un autónomo es por su naturaleza un emprendedor, un empresario, y empresario es según el economista Huerta de Soto “cualquier persona que actúa para modificar el presente y conseguir sus objetivos en el futuro”, ahora más que nunca debemos aplicar esta definición modificando estas adversas circunstancias presentes para construir un mundo mejor.