Y si… Simplemente hablamos de emprender.
Desde hace unos años trabajo en entornos vinculados a Innovación, tecnología, emprendimiento, empleabilidad… y es interesante ver como se iluminan los ojos de algunos y algunas cuando de repente se les enciende una bombilla y dicen: “¡Ahí está, lo tengo! Es una idea increíble!”.
Encontramos, en ese momento, la semilla de un futuro emprendedor, de una futura mujer de negocios, de una startup de éxito que va a revolucionar el mercado. Y, entonces, aparece Sonia para cuestionar parte del modelo, para preguntar por el valor diferenciado de esa idea, qué problemas resuelve, que soluciones ofreces o si sencillamente está rompiendo barreras y genera una demanda nueva (algo así pasó con los móviles, no?).
En la mayoría de las ocaciones, cuando cuestionamos esa idea te miran y piensan: “ya está intentado bloquearme” y todo lo contrario. Cuando hacemos asesoramiento empresarial y más a emprendedores, yo siempre recomiendo testar pronto, validar el producto y el servicio, cuando tengamos un mínimo viable salir al mercado, adquirir conocimiento y a partir de ahí tomar decisiones sobre nuestro producto o servicio, segmento de clientes o incluso nuestro modelo de negocios.
Es cierto, que la teoría todo lo aguanta y aplicar el modelo de negocios de A. Osterwalder es muy bonito y muy visual porque aclara mucho las ideas pero como todo, tenemos que ver si hay clientes reales que paguen un precio por eso que nosotros estamos ofreciendo en el mercado, y si nuestro valor diferenciado nos hace ser diferentes y distinguirnos del resto de oferta.
Emprender siempre es una carrera de fondo. Empezamos poco a poco sumando kilómetros a las piernas hasta que alcanzamos velocidad y ritmo constante que nos permite llegar a meta, llegar al éxito. Después entraran en juego otras consideraciones: si quiero escalar y pasar de 5 kilómetros a 10, a 21 o a 42 y hacer una maratón. Al final, como todo, requiere de constancia, entrega, propósito y constancia.
Cuando me preguntan dónde está la clave del éxito para los emprendedores suelo decir que la idea es fundamental pero muchas de ellas mueren incluso antes de salir a mercado. Es fundamental querer alcanzar el éxito, focalizar objetivos, trazar estrategia y pelear, si me permiten la expresión, para llegar al final del camino. Que la mayoría de las veces no es realmente un final, sino una nueva etapa que da comienzo a una nueva evolución, un nuevo negocio o mejora de producto o servicio.
Una de las primeras dudas que nos surgen cuando emprendemos es si realmente estoy preparado para ello. Evidentemente, todos podemos optar por emprender, pero solamente llegaran aquellos que estén mejor preparados para afrontar obstáculos y trabas que puedan surgir por el camino. Como decimos es una carrera de fondo, donde no siempre alcanza el éxito el que sale en primer lugar. Confianza, motivación, sacrificio… juegan un papel crucial. Algunos lo llaman suerte, yo lo llamo saber claro cuál es la meta, cuál es el objetivo.
Emprender además en solitario es una tarea compleja. Si ya de por si, el proceso de crear una nueva empresa suele ser tedioso, desconocido para la gran mayoría de los emprendedores y un camino lleno de papeles y requisitos de todo tipo (impuestos, altas, financiación, etc.), si además el proceso se hace en solitario, el escenario parece más complicado todavía.
Por eso, siempre recomiendo preguntar, hablar, testar, indagar y validar con expertos, con profesionales, con posibles clientes si nuestra idea es realmente un proyecto empresarial viable. Muchas veces, hablar sobre el proceso de emprender ayuda enormemente a aclarar muchas de las dudas que nos surgen al principio: que calzado compramos, que revisión médica debemos pasar, cuánto debemos entrenar, que plan de comidas debemos seguir… preguntas que nos hacemos cuando empezados un deporte… ¿Por qué no hacemos lo mismo cuando emprendemos?
En Canarias hay un número de profesionales importantes que hacen estas tareas de asesoramiento y consultoría, entidades públicas como Administraciones Públicas y Ayuntamientos a través de los ADL, las Cámaras de Comercio o las confederaciones y asociaciones empresariales. Hablemos con ellos, pidamos opinión, veamos otras experiencias, validemos con expertos nuestro modelo de negocio, busquemos financiación… Hay foros, hay jornadas, hay congresos, hay debates… hagamos networking empresarial como parte de la estrategia de construcción de nuestro proyecto empresarial y de visualización de nuestra idea y negocio. Siempre obviamos esta parte que es imprescindible en el proceso.
Por tanto… Y si hablamos de emprender.
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Sobre el Autor
Sonia Pagés Luis
Doctora en Sociología por la Universidad de Granada, Licenciada en Ciencias Políticas y Sociología, Postgrado en el CIS en Técnicas de Investigación Social, MBA Executive y Experta en Habilidades Directivas. Certificada como facilitadora y diseño de Workshops en LEGO® SERIOUS PLAY®. CEO en Hub For Africa.
En los últimos años, su desarrollo profesional ha estado ligado a la consultoría de proyectos en el ámbito del emprendimiento, de la innovación y la tecnología, y al ejercicio de la docencia, en varias escuelas de negocios y en empresas en el ámbito de las habilidades directivas, gestión y diseño de proyectos y metodologías ágiles.
Curiosa, apasionada de los procesos de aprendizaje basados en la experiencia y en constante alerta para detectar nuevas tendencias y procesos de transformación, colabora como consultora externa con varias empresas de las Islas.