Nuevas oportunidades para el emprendimiento
Hace tiempo compartí a través de este canal unas reflexiones sobre el emprendimiento en Canarias. Dicho artículo pretendía generar un debate necesario sobre algunas cuestiones de interés. Mi discurso al respecto, que por lo tanto es conocido, abunda particularmente en dos de esas cuestiones: la coordinación entre las instituciones y de éstas con el sector privado y, por otra parte, la integración de los recursos y procesos implicados en la aceleración de proyectos emprendedores.
Coordinación e integración, o sea, lo mismo que se espera de cualquier organización que pretenda sobrevivir en un entorno complejo. Sí, Canarias puede conseguir mucho más si somos capaces de ponernos de acuerdo en un plan de acción conjunto para favorecer el emprendimiento innovador. Aquí no sobra nadie. Lo corroboran expertos internacionales con los que hemos tenido la oportunidad de compartir nuestra experiencia.
Algunos hechos recientes, y otros que se producirán en breve, nos animan a afirmar que se avecinan nuevas oportunidades para el emprendimiento en Canarias, al menos para aquellos proyectos con una propuesta de valor innovadora. Corren nuevos tiempos, y serán tiempos mejores.
Nuestro ecosistema emprendedor se encuentra en un estado de desarrollo incipiente. Aun así, y de ahí mi optimismo, buena parte de los elementos necesarios para que dicho ecosistema avance están presentes. Hace falta ligar bien los ingredientes e incorporar algún que otro condimento. ¿Y la receta? Probablemente deba ser revisada y consensuada, pero está basada en dos conceptos que introduje al inicio de estas líneas: la coordinación y la integración.
Vayamos por partes y abordemos ambas cuestiones separadamente.
No conozco ninguna administración pública canaria que no entienda el emprendimiento como un fenómeno a favorecer. Muchas entidades públicas -y también privadas- están implicadas en el apoyo a iniciativas emprendedoras. Pongámonos entonces de acuerdo en un reparto de papeles que sea razonable y que se base en un uso eficiente de los recursos.
No hagamos todos lo mismo, complementémonos unos y otros y planteémonos objetivos comunes. Y desterremos, por supuesto, la idea de que el sector público compite con el privado, cuando realmente podemos colaborar. Existen casos de éxito, por ejemplo, en Europa y Estados Unidos, de los que podemos aprender.
SODECAN lleva defendiendo la coinversión público-privada desde que en 2012 se convirtió en instrumento de crédito público de la Comunidad Autónoma de Canarias. El primer intento, en el marco de la gestión del Fondo JEREMIE Canarias hasta 2016, no fue fructífero, principalmente por dos motivos: la propia regulación del instrumento, poco adaptada a los usos y costumbres de la inversión privada, y la cultura inversora privada en Canarias, no demasiado afecta a la tecnología y sus riesgos. Pues bien, creo que vamos a percibir avances en breve.
SODECAN empezará a gestionar en el último trimestre de este año un nuevo Fondo para favorecer el emprendimiento, la innovación, la eficiencia energética y el uso de energías renovables por las pymes canarias. Dicho Fondo, titularidad del Gobierno de Canarias y cofinanciado por la Comisión Europea, estará dotado con casi 50 millones de euros, y pretende cubrir fallos en el mercado de la financiación empresarial. Su amplia cartera de líneas financieras es, pues, una alternativa o un complemento, según el caso, a los bancos.
Pero en el ámbito privado existen otras vías de financiación distintas a las ofrecidas por los bancos, como son, por poner sólo algunos ejemplos, los “business angels”, los fondos de capital riesgo y las plataformas de financiación participativa. Pensando en lo que puede aportar al ecosistema emprendedor, el Gobierno de Canarias, a través de SODECAN, estimulará la coinversión público-privada haciéndola más atractiva.
También el sector privado en Canarias está dando pasos importantes. El último ha sido la reciente creación de un fondo de capital riesgo gracias al esfuerzo coordinado (algo digno de encomio) de cinco empresas canarias: Satocan, Binter, Dinosol, Domingo Alonso e Inetel (Inerza-Contactel). Aunque en Canarias ya existían otros fondos, el mérito de Archipelago Next -así se llama el nuevo Fondo- está en el perfil de sus promotores y en su indiscutible visión a largo plazo.
Ninguna de estas iniciativas puede ni debe circunscribir su ámbito de actuación a Canarias, pero, indiscutiblemente, las empresas de base tecnológica que aquí emerjan o se instalen, por supuesto con un equipo y un proyecto interesantes, dispondrán de un recurso cercano. Ojalá cunda el ejemplo. Una oportunidad de oro, en definitiva, para los emprendedores canarios.
Hablemos ahora de la otra cuestión: la integración. Este concepto es quizá más complejo de abordar y de entender. Se trata, explicado de una forma sencilla, de que los procesos y recursos existentes en Canarias y que, por tanto, están a disposición de los emprendedores y las pymes canarias, estén alineados de tal forma que alcancen el objetivo que los inspiró.
No siempre querer es poder. Por mucho interés y empeño que un agente público o privado ponga en un determinado servicio, si el mismo no atiende una necesidad real el esfuerzo será baldío.
Parece una obviedad, pero esto ocurre. Ello explica que, a pesar de las múltiples iniciativas que ofrecen mentorización, incubación, aceleración, formación o acompañamiento, el desarrollo de muchos proyectos innovadores sea deficiente y suela quedar incompleto, de manera que el número de empresas con la madurez suficiente para acceder a financiación pública y -especialmente- a la privada es muy reducido.
En demasiados casos entran en el circuito proyectos que no evolucionan hasta la creación de una empresa e ideas que no llegan a convertirse en proyectos, así que muchos emprendedores no ven su sueño hecho realidad.
Todos hemos oído hablar de los emprendedores en serie, no siempre apreciados. También sabemos que en España, y por ende en Canarias, existe una cultura del riesgo que penaliza el fracaso, lo que nos diferencia claramente, y para mal, del mundo anglo-sajón. El hecho no es baladí, porque disuade a personas con talento de emprender proyectos interesantes. Y ese talento hay que alinearlo con las necesidades de la sociedad. Y no, tampoco en esto estamos haciéndolo del todo bien, quizá porque tampoco conocemos suficientemente esas necesidades.
Pero también aquí hay motivos para ser optimistas. Cada vez está más generalizado el convencimiento de que necesitamos un mapa integrado de recursos. La reflexión conjunta a buen seguro nos ayudará en los próximos meses a abordar esta cuestión y a obtener resultados en un plazo razonable. Por lo pronto la maquinaria se está poniendo a punto, y con la llegada del nuevo curso tendremos la oportunidad de que empiece a funcionar y no pare, a fin de responder en tiempo real a las expectativas de todos.
Y así será. Entre todos y con el compromiso de todos, haremos que el emprendimiento y la innovación guíen la diversificación productiva y el crecimiento económico de Canarias.
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Sobre el Autor
José Joaquín Bethencourt
Licenciado en Farmacia por la Universidad de La Laguna y Máster en Dirección General de Empresas. Inicia su actividad profesional con 22 años como Concejal del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. Posteriormente se incorpora a Mercatenerife, y después a Compañía Cervecera de Canarias, donde desarrolla una carrera de diez años en gestión de recursos humanos.
Tras ello vuelve al sector público, donde ejerce como Consejero del Cabildo Insular de Tenerife (2003-2015) y Consejero Delegado de Sodecan -Sociedad para el Desarrollo Económico de Canarias- (2015-2019). En la actualidad es consultor independiente en talento e innovación.
Su perfil profesional es el resultado de combinar una amplia experiencia en los sectores público y privado, con responsabilidades directivas y ejecutivas, formación técnica y empresarial reconocida, demostrables habilidades asociadas a la gestión, la comunicación y las relaciones interpersonales y un alto conocimiento del entorno.
Colabora dentro de la temática de Dirección y Emprendeduría.