El reconocimiento social de la empresa y del empresario en Canarias
Viví unos años de mi más temprana infancia junto al estadio de San Mamés, feudo del Athletic de Bilbao, renombrado por sus seguidores – entre los que me encuentro - como “la catedral del fútbol”.
Desde el salón de mi casa, un quinto piso, se veía la mitad del campo, desde la línea media hasta la portería de la misericordia, como se le llamaba y llama hoy en día, por estar en el lado del estadio que linda con la casa de la misericordia, el centro de beneficiencia local.
Cada quince días me sentaba en aquella ventana a seguir uno de los dos tiempos del partido, aquel en el que mi ídolo, el portero local Jose Angel Iribar “el chopo”, jugaba en la portería que veía perfectamente desde mi particular palco. Sus paradas, muchas de ellas tras un espectacular vuelo sobre la delantera contraria, me llamaban puntualmente a esas citas quincenales, a cada una se sucedía un largo y atronador aplauso.
En aquella época contaba yo con siete u ocho años y si me preguntaban que quería ser de mayor decía inmediatamente “portero del Athletic”. Yo aspiraba a medir 1,90, a volar por encima del larguero y a ser la piedra angular de un equipo, pero sobre todo, soñaba con recibir esas ensordecedoras ovaciones del público de San Mamés.
Estoy seguro de que aquella elección infantil no dista mucho de las de otros niños porque es indiscutible que todos necesitamos ser reconocidos. No es una cuestión de orgullo, egoísmo o inmadurez. En absoluto. El ser humano, desde sus etapas más tempranas, necesita del respeto y el cariño de todos aquellos que le rodean, ahí es donde queda implícito ese reconocimiento sincero hacia nuestra persona, alrededor de todos estos puntos se integra la necesidad de reconocimiento que vertebra el concepto de la autoestima.
Por ello, a comienzos de este año decidimos realizar una macroencuesta para conocer con exactitud el reconocimiento social de la empresa y el empresario, y entender así la percepción de la ciudadanía sobre el sector empresarial canario, ya que debido a la grave crisis que hemos padecido, existe aparentemente una corriente de prejuicios hacia la figura del empresario.
Las ideas preconcebidas de que el empresario es un déspota y un explotador se publican con frecuencia y están, desgraciadamente, extendidas. No hay ningún tipo de apoyo para los que fracasan y los que triunfan parecen que lo han hecho por tener suerte o haber explotado a sus trabajadores.
Con el fin de medir el reconocimiento social empresarial planteamos dos preguntas esbozadas anteriormente por Eurostat y por Confebask con un objetivo similar.
La primera pregunta, cuestionaba el tipo de influencia de la empresas en la sociedad y textualmente decía: “¿Piensa que la influencia en general de las empresas en la sociedad canaria es muy positiva, algo positiva, algo negativa o muy negativa?”.
Por otra parte, la segunda cuestión hacía alusión a cuáles eran los efectos positivos de las empresas en la sociedad.
Podemos concluir tras el estudio realizado con un alcance mayor a los 1.500 encuestados de diferentes edades y perfiles profesionales, que la influencia positiva de las empresas canarias en la sociedad es reconocida por el 74% de las personas que viven en el archipiélago, casi 30 puntos por encima de la media de la UE27 o de la española, siendo una de las más altas de Europa.
En cuanto a los efectos positivos más destacados fueron la contribución a la creación de empleo; la apuesta decidida por el producto canario; la mejora de la conectividad en Canarias; el cuidado y conservación del medioambiente y la inserción socio laboral de colectivos especiales.
Además, la empresa queda como la institución más valorada por la sociedad canaria, superada solo por las ONG´s y por delante del sistema político, el educativo o los sindicatos. Tras el estudio se puede concluir que 7 de cada 10 personas tienen una valoración positiva del impacto que tienen las empresas en la sociedad canaria.
La semana pasada, en el acto institucional del 40 aniversario de CEOE Tenerife, el Presidente Jose Carlos Francisco, subrayaba que el resultado de la macroencuesta mostraba cómo la opinión pública y la opinión publicada no estaban alineadas, a la vez que apostaba por los jóvenes empresarios como factor crítico de éxito económico en el futuro próximo.
Pongamos en valor el papel crucial del empresariado en la sociedad y hagámoslo saber entre todos para favorecer las vocaciones empresariales.
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Sobre el Autor
Eduardo Bezares
Actualmente es secretario gral de CEOE Tenerife después de su paso como Responsable de Servicios y Desarrollo Comercial Cia de la Cervecera de Canarias. Comenzó como Ingeniero en Royal Dutch Shell en Holanda de donde pasó a CCC primero como parte del grupo cervecero SABMiller y ahora dentro de la primera empresa mundial de cerveza AB Inveb. Ha colaborado puntualmente en proyectos transformacionales de SABMiller en Europa y Asia.
Su experiencia en logística y estrategia comercial es reconocida a nivel empresarial , político y académico, detenta la Vicepresidencia de la Autoridad Portuaria de Tenerife. Además es profesor y conferenciante habitual en varias Universidades; invitado como experto por Deloitte en proyectos internacionales y Senior Asesor del Gobierno de Canarias ante la UE (proyecto Intraregio).
Líder de iniciativas fundacionales como el Cluster Canario de Transporte y Logística o las ONG´s AIESEC o IAESTE en Canarias. Tiene reconocimientos internacionales en el ámbito logístico, de estrategia comercial y también por actividades de voluntariado.
Colabora en la temática de Dirección y Emprendeduría.