La Biblia, el Bréxit y el REF
De acuerdo con la Asociación Internacional de Editores en sus diferentes ediciones e idiomas, se estima que el Texto Sagrado del cristianismo se ha impreso entre 2.500 y 6.000 millones de veces.
De acuerdo con la Asociación Internacional de Editores en sus diferentes ediciones e idiomas, se estima que el Texto Sagrado del cristianismo se ha impreso entre 2.500 y 6.000 millones de veces.
Me gusta estar al día sobre tendencias laborales y me sorprende la gran distancia que observo entre lo que se legisla en este país y el futuro laboral que se prevé o promueve. Un buen ejemplo de ello son las condiciones laborales de los autónomos, que son las de muchos emprendedores.
En "El rey desnudo", el famoso cuento de Hans Christian Andersen, el rey encarga a dos sastres fabricar un traje con las mejores telas que existieran. Los sastres (dos estafadores de campeonato), convencieron al rey de que las telas que usarían, tendrían la capacidad de ser invisible para cualquier estúpido o incapaz para su cargo.
Mientras los sastres estafadores robaban los materiales, el rey enviaba a hombres de confianza para ver si realmente esa capacidad funcionaba. Todos, por supuesto, volvían al rey y le decían que efectivamente, la tela funcionaba. El rey, que también se veía desnudo, decide realizar un desfile por el pueblo para que sus vasallos pudieran “ver” el estupendo traje del que todo el mundo hablaba.
Las líneas de financiación asociadas al Fondo JEREMIE CANARIAS y al Fondo INNOVACIÓN, enmarcadas en el Programa Operativo FEDER Canarias 2007-2013, quedaron cerradas a lo largo del segundo semestre de 2016. El importe de la financiación concedida y desembolsada al amparo de tales líneas (y desde sus inicios en 2013) ascendió a un total de 16,6 millones de euros repartidos en 291 operaciones.
Desde entonces, SODECAN ha seguido trabajando en la gestión de las operaciones concedidas y ha participado en la concepción de un nuevo Fondo y sus instrumentos financieros.
El pasado mes de noviembre, y en concreto, en su última semana, seguí con interés tres manifestaciones distintas sobre la coyuntura económica y social de nuestro entorno, en muy diferentes foros pero completamente alineadas.
Creo que fue un miércoles cuando, un diario de tirada nacional, resumía el libro de Factfulness: “Diez razones por las que estamos equivocados sobre el mundo y por qué las cosas están mejor de lo que piensas”, obra de Hans Rosling y Ola Rosling, que incluía un interesante cuestionario al final, con el fin de comprobar que casi todos tenemos una percepción mucho más negativa de la realidad.
Resulta descorazonador asomarse al informe PISA cada vez que se publican sus resultados, nuestra educación queda retratada informe tras informe y lo peor es el aparente conformismo con nuestro discreto puesto a la cola de los países de la OCDE.
No salimos mejor parados en las dos ediciones de la evaluación de PISA sobre los conocimientos financieros de nuestros adolescentes, habiendo quedado en ambas ediciones por debajo de la media de los países de la OCDE que participaron en el estudio, en el puesto 13º de 18 en 2012 y en el 10º de 15 en 2015, con una puntuación aún menor en el segundo estudio que en el primero.
Este mes de noviembre de 2018 formé parte del plantel de ponentes que recorrieron las Islas dentro de las jornadas “Día de la Persona emprendedora” organizadas por el Gobierno de Canarias a través de la Dirección General de Promoción Económica.
Durante esos días de Noviembre, cada uno de los que participamos en estas jornadas tratamos de aportar algo de luz a las dudas, incertidumbres, preguntas e ilusiones de los que asistieron: emprendedores o potenciales emprendedores de las Islas.
Gracias al anterior artículo sobre Economía Azul publicado en este mismo blog, ya sabemos que supone una buena oportunidad para invertir y emprender. Y que Canarias, como archipiélago que es, puede tener un lugar especial si queremos.
¿Realmente en qué se puede emprender en este tipo de economía?
El, también llamado, Crecimiento Azul reconoce la importancia de los mares y océanos como motores de la economía europea por su gran potencial para la innovación y el crecimiento. Es la contribución de la Política Marítima Integrada en la consecución de los objetivos de la Estrategia 2020 para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador.
Esta frase fue pronunciada por Manuel Naharro (experto en gestión del cambio y transformación empresarial) durante una jornada sobre la discriminación de los profesionales sénior y la necesidad de políticas de retención y contratación organizadas por IMF Business School y Plus40Net en estos pasados días.
Debo reconocer que algunos de los prejuicios que se citaron en esas jornadas, como asociar la juventud con la creatividad, la falta de ganas por aprender de los perfiles sénior, o incluso su escasa formación tecnológica, son elementos que, de alguna u otra manera, suelen aparecer en mi subconsciente a la hora de emprender un proceso de contratación o una colaboración profesional.
Si unimos nuestras tasas de natalidad (bajísimas) con nuestra esperanza de vida (altísimas), llegará el momento en el que por mucho que busques, sólo podrás encontrar talento senior, una especie de talento invisible actualmente para las empresas, independientemente de su tamaño.
Con el 60% de los territorios fértiles no cultivados del mundo, el 30% de los recursos naturales, el 10% de las reservas del petróleo, un 40% de población con menos de 15 años y un 70% con menos de 30 años, una clase media cada vez más consolidada y un consumo que crece a mayor ritmo que el de Brasil o India…Con 52 ciudades en países africanos con más de un millón de habitantes, tantas como en toda Europa, con un incremento del PIB del 5% que duplica al del resto del mundo y escalando posiciones de forma permanente en el ranking mundial “doing business”, está claro que el siglo XXI va a ser el siglo de África.
Hace tiempo compartí a través de este canal unas reflexiones sobre el emprendimiento en Canarias. Dicho artículo pretendía generar un debate necesario sobre algunas cuestiones de interés. Mi discurso al respecto, que por lo tanto es conocido, abunda particularmente en dos de esas cuestiones: la coordinación entre las instituciones y de éstas con el sector privado y, por otra parte, la integración de los recursos y procesos implicados en la aceleración de proyectos emprendedores.
Coordinación e integración, o sea, lo mismo que se espera de cualquier organización que pretenda sobrevivir en un entorno complejo. Sí, Canarias puede conseguir mucho más si somos capaces de ponernos de acuerdo en un plan de acción conjunto para favorecer el emprendimiento innovador. Aquí no sobra nadie. Lo corroboran expertos internacionales con los que hemos tenido la oportunidad de compartir nuestra experiencia.
Algunos hechos recientes, y otros que se producirán en breve, nos animan a afirmar que se avecinan nuevas oportunidades para el emprendimiento en Canarias, al menos para aquellos proyectos con una propuesta de valor innovadora. Corren nuevos tiempos, y serán tiempos mejores.
Hace un tiempo empecé a seguir aquellas iniciativas empresariales que se desarrollaban en torno a lo denominado “economía azul” y que parece que están en auge, máxime si tenemos presente el entorno en el que estamos. Según la Comisión Europea (CE), la economía azul reconoce la importancia de los mares y los océanos como motores de la economía por su potencial para la innovación y el crecimiento, representa en la actualidad 5,4 millones de puestos de trabajo y un valor añadido bruto de casi 500.000 millones al año y se prevé crear hasta siete millones de empleos para 2020.
La iniciativa de Economía Azul, impulsada por la Comisión Europea pretende el crecimiento sostenible del sector marino y ya en 2012, la Comisión Europea adoptó una comunicación sobre el crecimiento azul, que muestra el potencial de las costas, los mares y los océanos europeos como importante fuente de crecimiento y creación de empleo. En esta misma línea, la Unión Europea dedica una atención particular a las regiones ultraperiféricas y en septiembre de 2017 publicó un estudio sobre la "Exploración del potencial de las Regiones Ultraperiféricas para lograr un crecimiento azul sostenible" que cuenta con un capítulo destinado a Canarias.
En mi anterior post citaba como uno de los errores que cometemos al invertir en un negocio el no elegir al socio idóneo para nuestro negocio, o no habernos planteado siquiera invertir con un socio, o haber incorporado a un socio cuando debimos haber invertido solos.
Son diversas las cuestiones que debemos plantearnos:
¿Por qué invertir con un socio? En mi opinión un socio siempre debe aportarnos algo de aquello de lo que carecemos, debe ser nuestro complemento perfecto, puede aportar el capital que no tenemos, la experiencia en el sector de la que carecemos, las habilidades de relaciones públicas que aún no hemos desarrollado, la capacidad de gestión que sabemos que no tenemos… incluso la dedicación que sabemos que no podremos aportar.
En ese sentido, invertir con un socio comporta un ejercicio de humildad, reconociendo las limitaciones que uno tiene.
¿Cuántos de vosotros conocéis el significado de las siglas FYI?
¿Cuántos altos directivos reciben al día más de una decena de correos con estas siglas en el asunto?
FYI es la abreviatura de “For Your Information”, una manera de reenviar correos que se consideran de interés para el destinatario.
Un último estudio realizado por Michael Porter y Nitin Nohria para Harvard Business Review ha descubierto que el email sigue siendo uno de los mayores sumideros de tiempo de las capas directivas de las empresas.
Viví unos años de mi más temprana infancia junto al estadio de San Mamés, feudo del Athletic de Bilbao, renombrado por sus seguidores – entre los que me encuentro - como “la catedral del fútbol”.
Desde el salón de mi casa, un quinto piso, se veía la mitad del campo, desde la línea media hasta la portería de la misericordia, como se le llamaba y llama hoy en día, por estar en el lado del estadio que linda con la casa de la misericordia, el centro de beneficiencia local.
Cada quince días me sentaba en aquella ventana a seguir uno de los dos tiempos del partido, aquel en el que mi ídolo, el portero local Jose Angel Iribar “el chopo”, jugaba en la portería que veía perfectamente desde mi particular palco. Sus paradas, muchas de ellas tras un espectacular vuelo sobre la delantera contraria, me llamaban puntualmente a esas citas quincenales, a cada una se sucedía un largo y atronador aplauso.