Cuando una imagen vale más que un millón de datos
Dicen que una imagen vale más que mil palabras. De hecho, vivimos en un mundo cada vez más visual. La representación gráfica de los datos permite una mejor comprensión y análisis de los mismos.
Si además disponemos de un cuadro de mando con distintas gráficas representando diferentes variables relacionadas entre sí y todo ello con la posibilidad de interactuar, es decir, modificar unos gráficos y observar cómo se reajusta el resto, lo que tendremos ante nosotros es una poderosa herramienta que nos ayudará a mejorar aquellos aspectos de nuestro negocio que pongamos bajo su lupa, permitiéndonos obtener ideas o insights a partir del descubrimiento intuitivo, que nos ayudarán por ejemplo a corregir errores, a reconducir desviaciones, a incrementar la productividad o a reducir los gastos.