El que no corre, no vuela
Bueno, el refrán es al revés, pero sirve como introducción para una nueva reflexión sobre la situación turística en España y en particular en Canarias.
Miramos al cielo y prácticamente no vemos aviones. Hace poco, ver las típicas estelas blancas en nuestros cielos, era parte del paisaje, de una normalidad a la que nos acostumbramos desde que muchos nacieron.
Los menores de 40 años no conocieron otra cosa, para ellos, el turismo, con más o menos éxito siempre estuvo ahí, salía el sol, los aviones aterrizaban uno detrás de otro, a todas horas, todos los días del año, todos los años, sin aparente esfuerzo... era lo normal. Y España y Canarias prosperaron al calor de esta industria.