Valoración de empresas.

El refranero español dice: “sólo el necio confunde valor y precio”.

La valoración de empresas es un servicio realizado por expertos en administración y finanzas que tiene por objetivo cuantificar de forma objetiva el valor de una empresa.

Durante mucho tiempo hemos confundido el valor contable de una compañía con su valor real. Así el valor contable está originado por el valor que tienen las sociedades en su contabilidad histórica y es el resultado de la suma de los recursos propios que figuran en el balance: Capital y reservas (o también puede calcularse como la diferencia entre el Activo y el Pasivo Exigible).

Ahora bien ¿representan estas magnitudes el verdadero valor de la empresa? Pensemos en una multinacional como Telefónica que cotiza en bolsa ¿porque sus acciones (que representan el valor de Telefónica) suben y bajan? Está claro que el balance de Telefónica no se mueve a la velocidad de la cotización de la acción ¿porque varía entonces el valor de las acciones? La cotización (el precio que los inversores pagan por la acción de Telefónica) cambia por la variación que se produce en las expectativas de generación de beneficios futuros de Telefónica de los compradores de las acciones.

Lo mismo pasa con nuestras Pymes: nuestra empresa valdrá para un posible comprador lo mismo que la capacidad que tenga para generar beneficios futuros. 

Ahora bien, el día a día del empresario o autónomo es tan dinámico que pocas veces nos paramos a pensar el valor que podría tener nuestra empresa en el mercado y perdemos de vista que nuestra Pyme es parte de nuestro patrimonio, lo mismo que pueden ser los inmuebles. Todos tenemos claro que los inmuebles se pueden depreciar si no se cuidan, lo que ya no tenemos tan claro es que lo mismo puede pasar con nuestras sociedades.

Todo sabemos que hay elementos, más allá de los metros cuadrados, que hacen aumentar o disminuir el valor de un inmueble concreto: La zona donde se ubica, los servicios que tiene alrededor, el acceso y comunicaciones, etc. Igualmente una empresa tendrá menor o mayor valor según unos parámetros observables.

Los parámetros que pueden hacer aumentar o disminuir el valor de una empresa son: El sector en el que compite, el modelo financiero, la participación en el mercado y el tamaño.

Así el valor de una sociedad variará en primer lugar en función del sector en el que está compitiendo: a mayor rentabilidad del sector; mayor valor. Dependerá también de su modelo financiero: a mayor liquidez generada habitualmente mayor valor. Otro aspecto importante es la cuota de mercado que tenga: cuanto mayor sea más valdrá; y por último del tamaño: una empresa grande vale más proporcionalmente. 

Mi recomendación es que al menos una vez al año, coincidiendo con el cierre del ejercicio; debería realizarse una valoración de la empresa por parte de un experto profesional con el fin de determinar de forma objetiva si nuestra empresa está generado valor para nuestro patrimonio o si por el contrario, lo está disminuyendo.

No hace falta verse en situaciones límite como pueden ser separaciones de socios, liquidaciones, divorcios, sucesiones, etc. para tener que establecer el valor de la empresa, si lo planificamos de forma anual, en el caso de que se den alguna de esta circunstancias nuestra capacidad para afrontar estas situaciones será muchísimo mejor.

Contando con la ayuda de un experto en valoración de empresas y aplicando técnicas como el descuento de flujos de caja, podemos determinar el valor de nuestra empresa, el cual nos servirá como un referente más para afrontar la incertidumbre que como empresarios tenemos que vencer todos los días.